No es solo dinero
El estudio del Unfpa cita que la desigualdad se considera, por lo general, como una distribución desequilibrada de la riqueza o los ingresos, pero se trata de un fenómeno más complejo y que tiene múltiples facetas, como racial, de género, origen étnico y el área de residencia.
El documento, que analiza la situación de las mujeres y su acceso a la salud en 179 países, indica que en las naciones donde las diferencias son más grandes, la salud sexual y reproductiva no es accesible a todas las mujeres, en especial a quienes viven en el área rural.
“En los países en desarrollo, las mujeres pobres, con ingresos del 20 por ciento más bajo de la escala, y en especial las que viven en zonas rurales, tienen menos probabilidades de disfrutar de accesos a anticonceptivos o atención de salud durante el embarazo y el parto que las mujeres con más ingresos de las zonas urbanas”, señala el análisis.
De acuerdo con el estudio, las adolescentes que viven en el 20 por ciento de los hogares más pobres tienen una tasa de fecundidad casi tres veces superior a la de las jóvenes de la misma edad que viven en el 20 por ciento de la población más rica.
Mientras, el número de partos en adolescentes que viven en zonas rurales es el doble del que se registra entre las que viven en zonas urbanas.
círculo de pobreza
El Unfpa refiere que las desigualdades en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos tienen consecuencias en varias esferas de la vida, desde la individual hasta la nacional.
Agrega que una mujer sin acceso a educación tiene muy pocas posibilidades de acceder a métodos anticonceptivos y de ser capaz de tomar decisiones sobre su embarazo, lo que la mantendrá en un círculo de pobreza, y también afirma que “cuando son millones de mujeres las que hacen frente a privaciones similares, el precio que pagan las sociedades y las economías en conjunto es aún más elevado”.
Las desigualdades en el ámbito laboral y salarial en la mayoría de países del planeta son reflejo de la disparidad en salud, derechos sexuales y reproductivos, que al mismo tiempo refuerzan esas diferencias, destaca el estudio.
Situación no mejora
Aunque la desigualdad ha comenzado a disminuir entre países, en algunos de ellos esta se agrava, advierte El Estado de la Población Mundial.
“En al menos 34 países, donde los ingresos del 60 por ciento de la población más rica experimentó una subida más rápida que los del 40 por ciento más pobre, las brechas aumentaron entre el 2008 y el 2013”, destaca el informe.
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Otro aspecto que empeora en algunos países es la dimensión de género, según el documento, que “está correlacionada, en gran medida, con la desigualdad económica, aunque hay factores como el acceso desigual a servicios de salud sexual y reproductiva”.
Babatunde Osotimehin, delegado de la ONU
Mujeres deben ejercer derechos
“La reducción de las disparidades que afectan a las mujeres y niñas en ámbitos como el de los ingresos, la educación y el empleo dependerá en gran medida de que se les facilite el ejercicio pleno de sus derechos reproductivos”.
irna Montenegro, directora del Osar
Informe debe ser una guía
“El informe de Unfpa se debería utilizar para trazar políticas públicas que atiendan esas desigualdades. Se han creado programas para cerrar brechas, pero el tema de la planificación familiar no es una prioridad en los objetivos del Estado”.