El próximo mes de noviembre se cumple un año de la aprobación de la actual Estrategia del Grupo Banco Mundial para Guatemala. Este documento, que detalla los pilares de la asistencia financiera y técnica de nuestra institución para el sector público y privado, tiene dos objetivos: fomentar la inclusión de grupos vulnerables y abordar los cuellos de botella que limitan el desarrollo sostenible del país.

Con este fin, y la convicción de que una Guatemala libre de pobreza es posible, trabajamos cada día. Para lograrlo aprobamos en los últimos 12 meses cuatro proyectos por un valor total de US$450 millones. Todos ellos buscan contribuir a mejorar aspectos clave para el desarrollo del país, como combatir la desnutrición, prevenir la violencia y mejorar la transparencia y la eficiencia de la administración tributaria.

Tres de ellos son lo que llamamos proyectos de inversión. Se trata de préstamos que, una vez aprobados, son ejecutados por unidades gubernamentales, con el acompañamiento de equipos técnicos del Banco Mundial. Cada una de estas operaciones cuenta con una estrategia de implementación y un plan de adquisiciones, lo cual garantiza la transparencia y la eficiencia en el uso de los recursos, que se van desembolsando a medida que se cumplen los objetivos del proyecto.

El cuarto es un préstamo de apoyo presupuestario basado en el acompañamiento a reformas de políticas de desarrollo. Esto significa que el Gobierno puede acceder a los fondos tras aprobar medidas consideradas importantes para el desarrollo del país. En el caso de Guatemala, estas incluyeron el acuerdo para la creación de una comisión presidencial para la Reducción de la Desnutrición Crónica, la aprobación de la Ley para el Fortalecimiento de la Transparencia Fiscal y la Gobernanza de la SAT y la Estrategia Fortalecida de Primer Nivel de Atención en Salud, entre otros.

Este préstamo, de US$250 millones, se incluye como parte del presupuesto del Gobierno y su objetivo es reemplazar la emisión de bonos. En este sentido no amplía ni financia gasto nuevo, sino que sustituye un financiamiento ya aprobado con uno de mejores condiciones, a tasas más bajas y plazos más largos, con un importante período de gracia de siete años. Hay una gran competencia entre países por tener acceso a estos préstamos en condiciones concesionales, ya que contribuyen a rebajar el costo real de endeudamiento del país.

Otro aspecto importante es que estos recursos no dependen del flujo de recaudación del Gobierno, sino que, una vez aprobados, están disponibles para atender las principales prioridades del país a través de programas que el Banco Mundial acompaña con la experiencia adquirida en otros países.

Este apoyo está documentado y disponible en la web de nuestra institución, donde pueden encontrar los objetivos de cada proyecto, los análisis de gastos y las evaluaciones de impacto pertinentes. De esta forma garantizamos la transparencia en la gestión de los fondos y una ejecución real de resultados.

Estos proyectos son de vital importancia para los guatemaltecos, ya que ellos son los beneficiarios de estos recursos, destinados a que menos niños sufran desnutrición y que más jóvenes puedan alejarse de la tentación de formar parte de pandillas violentas.

Es por ello que esperamos que el Congreso pueda aprobar estos préstamos lo antes posible. Desde el Banco Mundial estamos a disposición del país para dar las explicaciones técnicas necesarias. Y contribuir así a apoyar a los más vulnerables con la urgencia que su situación requiere.

*Homa-Zahra Fotouhi es la Representante del Banco Mundial en Guatemala.