Hemeroteca

1951: piden cancelar el Partido Comunista

No cabe duda de que el fantasma del comunismo campeaba en la mente de los guatemaltecos aquel 23 de octubre de 1951. Los sectores civil, religioso y militar estaban a la expectativa de lo que entonces era considerado "una amenaza mundial".

La Revolución de 1944 trajo también consecuencias políticas irreversibles para el país, como la intromisión extranjera. (Foto: Hemeroteca PL)

La Revolución de 1944 trajo también consecuencias políticas irreversibles para el país, como la intromisión extranjera. (Foto: Hemeroteca PL)

Una nota publicada en la portada de Prensa Libre indicaba: “Un memorial suscrito por 14 mil 752 ciudadanos y en el que se pide al Congreso de la República “que a conformidad con lo que determina el artículo 32 de la Constitución, se declare que el partido comunista de Guatemala debe disolverse por contravenir el citado precepto constitucional”, fue entregado ayer tarde por el comité cívico nacional al oficial mayor del Organismo Legislativo, según consta en acta notarial levantada por el notario Ernesto Viteri B.


El acto tuvo lugar a las 16.45 horas con la concurrencia del notario Viteri B. y de Jorge Adán Serrano, Raúl Enrique García, Antonio Dávila Córdova y Francisco Barnoya Gálvez.

Junto con el memorial de referencia, hicieron entrega al oficial mayor del Congreso de una exposición de motivos del comité cívico nacional, que reproducimos en seguida en sus partes principales.

Exposición

Exponen que su gestión se funda en el artículo 30 de la Ley Fundamental de la República (derecho de petición) y que el considerable número -de ciudadanos debe mover al Congreso a dispensarle la mayor atención y que “comprendan que es el auténtico pueblo de Guatemala el que se dirige a sus representantes en el momento histórico en que nuestra nacionalidad está en riesgo inminente de ser destruida por el comunismo”.

Dice la exposición que, al amparo del movimiento de junio de 1944, “agentes del comunismo internacional se filtraron en nuestro medio” actuando conjuntamente con los comunistas nacionales.

Señalan que el comunismo es un “gravísimo peligro”, que “subvierte el orden social”, amenaza la libre empresa y la propiedad privada, el principio de autoridad y la estabilidad de las instituciones.

Árbenz, en contexto

La nota continúa con una extensa justificación del por qué de los partidos políticos considerados de izquierda: la intromisión de la entonces Unión Soviética.


Entonces Jacobo Árbenz Guzmán llevaba siete meses en el poder, y ya se había abierto un frente de oposición liderado por varias trasnacionales, que lo vieron como un peligro comunista para el país.

En 1953 arriba a Guatemala el embajador estadounidense John Peurifoy, férreo opositor de Árbenz y fuerte enlace entre el Departamento de Estado y la Iglesia católica guatemalteca.

De hecho, Peurifoy fue una pieza clave en el desbaratamiento de planes socialistas en Atenas, Grecia.


ESCRITO POR: