Prensa Libre estuvo en las instalaciones de ese centro educativo y entrevistó a Ramiro de León, encargado del área de marquetin, quien indicó que ese es el único plantel que ofrece 27 carreras de nivel medio, entre ellas el polémico bachillerato.
Los estudiantes que se graduarán este año fueron llevados a un polígono, en el cual los “instructores”, previo a una charla informativa, permitieron que manipularan armas de distinto calibre e incluso dispararan. Según De León, eso es parte de la formación académica que está autorizada por el Ministerio de Educación.
Agregó que cuentan con el consentimiento de los padres de familia y el consejo de administración del centro educativo, que al final del ciclo lectivo entrega el título de bachiller y un diploma firmado por el director que avala los créditos del diplomado.
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En su página de Facebook, el mencionado colegio promociona la más reciente actividad de Criminología y en un video, que ya fue retirado de su página, se observa a los graduandos accionando armas —escopetas, revólveres y pistolas—, lo cual contrasta con lo establecido en la Ley de Armas y Municiones, que establece como edad mínima para esta práctica 25 años, siempre y cuando se tenga licencia.
Para las autoridades del colegio, ese diplomado es parte de una innovación que demuestra la calidad de educación que ofrecen. “Tenemos todos los requisitos que establece el Ministerio de Educación y autoridades del departamento. Tanto los bachilleratos y carreras afines tienen el permiso y legalización respectiva”, aseguró De León.
El entrevistado indicó que a los padres de familia se les brinda toda la información referente al bachillerato y los diplomados y son ellos quienes deciden inscribirlos; las prácticas se hacen en el nivel público y privado.
Polémica
La divulgación en redes sociales de imágenes de estudiantes manipulando armas de diferente calibre abrió el debate de si esa actividad es o no correcta.
Érick Villatoro, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), señaló que si bien es necesario innovar en educación, no se puede poner en peligro la integridad de los jóvenes.
Agregó que la manipulación de armas por parte de estudiantes puede violentar derechos fundamentales como la vida y tratados internacionales. “No se debe considerar —el uso de armas de fuego— como algo normal en los centros educativos”, dijo.
Villatoro aseguró que se debe consultar a las autoridades educativas y al colegio para confirmar si se tienen permisos para esas prácticas y verificar si los diplomados que ofrecen están avalados.
“No hay que satanizar la educación que se pueda dar a los estudiantes ni la actividad de los docentes, pero sí hay que tener en cuenta que se pone en riesgo la vida de los estudiantes en caso de que no se adoptaran todas las medidas preventivas, pero, en primer lugar, que no se observe la legislación vigente para el tema”, manifestó.
El delegado de la PDH recordó que los universitarios que realizan esas prácticas tienen suficiente edad y grado de responsabilidad. “La educación debe estar cimentada en principios y valores. Si bien es cierto que se ha ampliado la oferta, se debe tener una resolución de las autoridades y para uso de armas se deben ver otras leyes nacionales e instrumentos internacionales”, indicó.
Martínez aseguró que para Huehuetenango el Ministerio de Educación solo autorizó Bachillerato en Ciencias y Letras con especialidad en Educación o Computación. “El sector privado, en general, para atraer clientes, se ha inventado apellidos y ofrecen productos no legalizados”, dijo.
Agregó: “El colegio se confundió al promocionar una carrera que no existe o los padres han sido engañados. No podemos pensar que en Guatemala los centros educativos están formando a estudiantes para el manejo de armas”.
Por aparte, Geovani Pérez, vocero del Ejército, manifestó que ningún menor de 25 años está autorizado para portar, manipular o disparar un arma de fuego, según la Ley de Armas y Municiones.
Refirió que algunas universidades imparten la carrera de Criminología, pero no incluyen cursos de tiro, sino orientación sobre armas y calibres, con apoyo del Ejército.
Indicó que todas las armas deben registrarse en el Digecam y que verificarán si las del colegio son legales.