Alberto García Guillen, técnico de la División de Ciencia y Tecnología del Cunoc, explicó que el proyecto Manejo Integral de Desechos Sólidos está incluido en la política ambiental de ese centro universitario.
Manifestó que el proyecto consiste en varias fases, la primera fue de sensibilización y consistió en concienciar a los estudiantes, catedráticos y trabajadores.
En la segunda fase se implementaron tres estaciones de clasificación de basura en todo el edificio. La primera se rotuló como bio-orgánica, donde se depositan los restos de comida.
Garcia Guillen explicó que en la estación de papel se deben depositar periódicos, cartones, cuadernos y revistas; mientras que en la inorgánica se colocan vidrios, latas, bolsas de golosinas y botellas de plástico.
“Luego de un monitoreo y medición se determinó que un 20 por ciento de la población estudiantil colocan la basura en su respectivo lugar, el resto aún está adaptándose”, explicó García Guillen.
La tercera fase consiste en el reciclaje, el cual está a cargo de un grupo de trabajadores de la universidad, quienes seleccionan las latas y botellas de vidrio y las entregan a los encargados del programa Enactus que se encarga de clasificar los materiales reciclables, lo demás es retirado por el personal de la Municipalidad de Quetzaltenango y la Cooperativa Xelajú.
Percy Aguilar, docente del Cunoc, indicó que desde hace varios años se implementó la política ambiental que tiene como eje fundamental el manejo de los desechos sólidos.
“El proyecto inició hace varios años en la maestría en docencia universitaria y la comisión académica, recientemente inauguramos los espacios donde se colocan los desechos clasificados para su traslado respectivo. Este ejemplo debería ser replicado en otras universidades del país”, indicó.
Carlos Hidalgo, del departamento de Educación Ambiental, dijo: “Hicimos un convenio con Cementos Progreso para llevar la basura a los hornos de producción que ellos tienen y con ello reducirle presión al botadero municipal. Ahora estamos perfeccionando el proceso de recolección de basura”, explicó Aguilar.
Hellen Guzmán, estudiante del Cunoc, comentó que le han puesto interés a este proyecto porque quieren ayudar a proteger el medioambiente.
“Hacemos recorridos por los salones de clases para concienciar a los compañeros y enseñarles cómo clasificar los desechos, por la cantidad de estudiantes cuesta, pero es un proceso”, añadió Guzmán.
Daniela Baten, estudiante de la carrera de Gestión Ambiental, dijo que el primer proceso para reclasificar los desechos inicia en el hogar y luego en la casa de estudios.
“Hemos unido esfuerzos para solicitar apoyo de otras entidades o instituciones”, refirió Baten.
Comentó que trabajan en una cuarta fase, que consiste en crear un compostaje (abono orgánico) para los jardines del edificio universitario.