Política

Stefano Gatto: La migración no se reduce con enfoques represivos

El embajador de la Unión Europea (UE), Stefano Gatto, dice que después de dos años complicados con el actual gobierno de Guatemala, en la actualidad se encuentran muy entusiasmados por cooperar con el presidente electo, Alejandro Giammattei, con quien ya se han reunido.

Embajador de la Unión Europea Stefano Gatto,  (Foto Prensa Libre. Noe Medina)

Embajador de la Unión Europea Stefano Gatto, (Foto Prensa Libre. Noe Medina)

¿Cómo ha sido la relación con el actual gobierno?

Hemos tenido la comunicación habitual que se tiene a nivel protocolario y participación a eventos donde hemos sido invitados. Ha habido conversaciones e intercambio quizás menos que en los primeros dos años, pero no es que se haya interrumpido el diálogo; seguimos trabajando con los ministerios con los que teníamos proyectos.

No hemos cambiado de actitud, y el 80 por ciento de la cooperación que teníamos previsto ha avanzado. Personalmente, tengo una frustración, porque en el tema de la desnutrición infantil nos hubiera gustado llegar a ser más operativos.

¿Se complicó la relación con esta administración a raíz de la Cicig?

Es cierto. Durante los últimos dos años este asunto complicó un poco la relación política directa, pero eso no evitó que siguiéramos con nuestra cooperación con los proyectos que ya estaban previstos, como el empleo digno, del cual ahora vamos a tener una nueva fase, pues estamos trabajando en el asunto de la competitividad y el apoyo al proyecto de agricultura familiar.

Con el tema de la Cicig, hubo una interpretación que tensó la situación de los países que contribuimos con ella durante los años que existió, pues fue una iniciativa que recibió el pleno apoyo de los gobiernos guatemaltecos, pero en los últimos dos años el actual cambió su evaluación y se puso más crítico y decidió no prolongar el mandato.

¿Y ese apoyo económico hacia dónde se irá?

Después de terminado este mandato, hemos acordado con el Ministerio Público (MP) la manera de invertir los recursos importantes que quedan y se ha previsto con el PNUD que esos fondos se reconviertan en recursos para el fortalecimiento del MP que; en el fondo, era lo que se buscaba.

¿Qué experiencia quedó después del apoyo a la Cicig?

Lo que queda ahora, después de pasado este momento de gran excitación, es que Guatemala, Naciones Unidas y la comunidad internacional tengan la capacidad de efectuar un análisis tranquilo, objetivo y sosegado de lo que funcionó bien, más o menos, mal y lo que se puede mejorar.

Se está hablando de extender este instrumento a otros países de la región, por lo que es importante que se haga una evaluación de los puntos fuertes y débiles de lo que funcionó en Guatemala para saber dónde hay que rectificar, porque tampoco se puede decir que todo fue un desastre. Creo que la mayoría de guatemaltecos creen que ha sido bueno.

Dentro de este contexto surgió un conflicto con Suecia, que es parte de la UE. ¿Cuál es su opinión?

Cualquier país es libre de organizar su servicio exterior de la manera en que mejor le convenga, entre ellos abrir o cerrar una embajada. En el pasado hubo más embajadas europeas en Guatemala; por ejemplo, Holanda, Bélgica, Finlandia y Noruega, pero hicieron ajustes de sus recursos y su despliegue.

Suecia no tiene la intención recíproca de retirarse de Guatemala y, al mismo tiempo, el gobierno entrante ha dicho que modificará esa intención, de lo cual, evidentemente, nos alegramos, pues más embajadas representan más presencia y más cooperación.

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¿Cómo prevé la relación con Alejandro Giammattei?

Es un gobierno que de forma explícita nos ha dicho que quiere restablecer la plenitud de las cordiales relaciones con la UE, lo cual es una buena noticia para nosotros, porque tenemos todavía muchos asuntos pendientes que no se pudieron concretar en estos últimos dos años.

En este nuevo clima de gobierno vemos que, tanto Alejandro Giammattei como el vicepresidente electo Guillermo Castillo y el futuro canciller Pedro Brolo se están moviendo muchísimo para relacionarse con la comunidad internacional y están viajando.

El presidente electo se ha reunido con ustedes. ¿De qué han hablado?

Se ha entrevistado con todos embajadores de la UE, y es una persona que tiene una enorme energía y voluntad de hacer las cosas. Esencialmente, nos ha presentado sus principales proyectos y hemos acordado que vamos a trabajar e intentar adecuar de la mejor forma los fondos que no se han usado.

También estamos hablando técnicamente con los ministros designados para afinar por dónde podemos apoyar. Por ejemplo, en Salud, nuestro enfoque es la agricultura familiar, que puede apoyar en la lucha contra la desnutrición.

¿Se puede decir que en el 2020 comenzará una nueva etapa para Guatemala?

Creo que se palpa en el país. Todos percibimos que hay una etapa de transición después de dos años que no fueron simples, pero sí hay entusiasmo por una nueva era y nosotros queremos secundar eso, porque hemos dejado de avanzar dos años y en nuestro caso queremos apoyar en la lucha contra la desnutrición, además de otros temas que el Gobierno tiene que definir y nosotros apoyar.

¿En este escenario podrían incidir los proyectos que se prevé se implementarán para reducir la migración?

Está bien estudiado que la migración se da por problemas económicos, por lo que los países deben responder con iniciativas. Por eso me alegro de que los socios de Guatemala —EE. UU.— quieran reanudar la cooperación porque se han dado cuenta que la migración no se reduce con enfoques represivos, como cerrar fronteras.

Está claro que cualquier autoridad guatemalteca, hondureña o salvadoreña que quiera enfrentar el problema debe ofrecer mejores oportunidades a sus ciudadanos para que no se vayan y en ese sentido tendrán que desarrollar políticas económicas de empleo y seguridad.

¿Y el apoyo de México?

Creo que también se debe aprovechar el plan que presenta México, país que por primera vez mira a los países vecinos del sur, y nosotros como UE también apoyamos ese plan, al mismo tiempo estamos interesados en ver los nuevos planes que EE. UU ha anunciado y para que funciones tienen que estar bien coordinados, aprobados y asumidos por los países y sus gobiernos, sino no funciona.

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