Desde hace algunos días se encuentra disponible una nueva versión de WhatsApp para teléfonos con sistema operativo Android, esta actualización incluye un nuevo diseño de emoticonos.
La aplicación, que es propiedad de Facebook, continúa incorporando novedades para mantener su liderazgo en el campo de la mensajería instantánea.
Las nuevas ilustraciones tienen una ligera mejora en sus acabados y aunque la diferencia no es muy grande, medios internacionales han informado que WhatsApp planea cambiar por completo la estética de sus emoticones.
Con este movimiento se busca que WhatsApp y Facebook tengan un estilo propio para diferenciarse de los emojis del sistema operativo iOS.
Si aún no puede ver estas nuevas ilustraciones solamente debe actualizar la versión de su aplicación WhatsApp en Google Play.
En la actualidad es imposible imaginarse la comunicación sin emoticonos, esas caritas sonrientes, animales, comida u otros dibujos que pueblan los mensajes de chat. Pero ¿de dónde vienen.
Todo comentó con “:-)”, en 1982. El profesor de informática Scott E. Fahlman utilizaba en la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh un tablón de anuncios, la forma inicial de los actuales foros de debate. Además de las típicas informaciones prácticas o convocatorias para formar grupos de estudio, estos tablones también mostraban chistes o comentarios irónicos.
Fahlman tuvo la idea de poner una especie de carita sonriente al lado de los textos de tono divertido, :-), y otra, :-(, para aquellos que fuesen serios o tristes. Y desató una auténtica fiebre de símbolos.
“Los emoticonos se han convertido en una parte esencial de nuestra comunicación”, señala la psicóloga especializada en medios Sabrina Eimler. En los programas de messenger, emails o redes sociales ya no hay casi mensaje que prescinda de la versión digital de las expresiones humanas.
La comunicación se simplifica además de esa forma. Y se llena de colorido. En vez de una larga descripción sobre el tono del mensaje o el estado de ánimo, basta un emoticono para resumir grandes conceptos. “Es una mejora, una simplificación. Nos sirve para que haya menos errores de interpretación”, opina Eimler.