Escenario

Sal Ramazzini, el guatemalteco a quien el rock lo llevó a cruzar la frontera

Desde hace cinco años, el músico guatemalteco Sal Ramazzini vive en Los Ángeles, Estados Unidos, donde se abre espacio en la escena rock con la banda The Gitas.

Sal Ramazzini se encuentra en Los Ángeles donde destaca en la escena del rock, interpretando el bajo. (Foto Prensa Libre: Cortesía Nicole Lemberg)

Sal Ramazzini se encuentra en Los Ángeles donde destaca en la escena del rock, interpretando el bajo. (Foto Prensa Libre: Cortesía Nicole Lemberg)

El guatemalteco Sal Ramazzini siente, respira y vive el rock. Tuvo  su primer encuentro con el   género cuando escuchó el  álbum Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, que su padre le regaló, cuando tenía  13 años. 

De eso han pasado  varios años y él ha transitado por distintas   agrupaciones musicales. La banda 2×1 fue su primera experiencia. Tenía 15 años cuando la formó  junto a  André Gámez y Francisco Nanne.

Más adelante, los tres  integraron el grupo psicodélico Repúbli-k, que trascendió fronteras, primero México y luego Estados Unidos, donde Sal reside actualmente.

En busca de nuevos horizontes

Desde el 2012, el músico guatemalteco  hizo de Los Ángeles su hogar con un  solo propósito: profesionalizarse en la música rock.

Con Republi-k comenzó su travesía en la escena estadounidense, la cual duró seis meses.

En su primer paso para ampliar su conocimiento musical, Sal ingresó al programa Bass Performance del Musicians Institute y se enfocó en  el  bajo eléctrico  y en el área de negocio como músico profesional.

La decisión de emigrar  “representó perseverancia y sacrificio propio, la ayuda  de amigos y musas, y un testimonio de que quien quiere puede. Todos somos capaces”, señala.

Desde el 2015, Sal  es bajista, la voz segunda  y  opera el sintetizador del grupo de grunge  The Gitas, con el ucraniano Sasha Chemerov (voz y guitarra).

“Toma tiempo y  sacrificio  crear una   conexión con una ciudad multicultural como Los Ángeles,  pero es una experiencia que recomiendo a cualquier artista”, dice.

Al año de integrar la banda, se lanzó el EP Beverly Kills, con 13 temas, como Mantra, Palmer, Judas, Magic Femme Fatal. 


Han transcurrido cinco años desde que el bajista emigró, una experiencia que califica de  gratificante, pero   llena de desafíos: “El mayor reto es transformar las expectativas o tratar de minimizarlas. Ha sido una trayectoria con muchas curvas pero la actitud y la humildad son clave”.

Alejarse de su tierra y de su gente tampoco ha sido sencillo. “Extraño los paisajes, las montañas, la paz e inspiración que  despierta el Lago de Ati, los volcanes y nuestro clima. La calidez de mi gente, las tostadas y los frijolitos de mamá”, indica al hablar de Guatemala.
 

Proyectos

Viper Room, Lucky Strike, Civic Center Studios y Red Gate son los  lugares en los cuales The Gitas acostumbra a presentarse en Los Ángeles.

En agosto y septiembre pasado Sal y el grupo estuvieron de gira por  Ucrania. En total  presentaron 13 conciertos  en ciudades como Kiev, Cherníhiv y Odesa.

La banda  recién lanzó la convocatoria a sus fanes para participar en el lyric video del tema Femme Fatal, que estará listo en diciembre. También estrenará  el video del sencillo That’s all I do, que se suma a los clips de Mood for Love y Beverly Kills.


“Estamos a punto de lanzar un álbum remix en colaboración de DJ de todos los rincones del mundo, se titulará Shades of Hotcakes”, señala.

Entre los planes de The Gitas está volver a Ucrania para una segunda gira, pero Sal espera regresar a Guatemala para subir al escenario y compartir su música. “Estoy seguro que el público guatemalteco la disfrutaría”, afirma.

ESCRITO POR: