Los detalles de este acuerdo se darán a conocer en una rueda de prensa del ministro venezolano en Moscú. Rusia adelantó en octubre que consistiría en postergar parte de los vencimientos.
El acuerdo firmado en Moscú sólo permite ganar tiempo porque de todos modos “la cuestión de la deuda venezolana no puede resolverse de ninguna manera”, dijo Anton Tabakh, economista de la agencia de calificación RAEX.
La reestructuración de esa deuda es una gota de agua en el endeudamiento de Venezuela, que alcanza los US$150 mil millones.
La deuda venezolana con Rusia incluye US$6 mil millones pagados por adelantado por la petrolera semipública Rosneft a la venezolana PDVSA.
En el caso de China, su principal acreedor, los expertos estiman que las sumas ascienden a varias decenas de millones de dólares.
Según el ministerio chino de Relaciones Exteriores, “el gobierno y el pueblo venezolano tienen la capacidad de gestionar de forma apropiada sus propios asuntos, incluido su problema de deuda”.
“Calificación nos tiene sin cuidado”
El lunes y el martes, las agencias de calificación S&P Global Ratings y Fitch declararon consecutivamente a Venezuela en default parcial, tras constatar que el Gobierno había incumplido varios vencimientos al término del período de gracia de 30 días.
Las dos agencias adoptaron una decisión similar en relación al grupo petrolero estatal PDVSA, por haber demorado una semana en pagar dos vencimientos por un monto de US$2 mil millones.
“Somos buenos pagadores a pesar de lo que digan las calificadores de riesgo, el Departamento del Tesoro, la Unión Europea y Donald Trump”, afirmó el martes el ministro de Comunicación de Venezuela Jorge Rodríguez.
“Nos tiene sin cuidado, vamos a pagar en común acuerdo con los tenedores de los bonos”, agregó.