Cazorla, de 32 años, lleva más de un año sin vestirse de corto debido a la lesión que sufrió en octubre de 2016 en un partido de la Liga de Campeones contra el Ludogorets búlgaro (6-0).
El internacional español ha pasado desde entonces ocho veces por el quirófano, y el mes pasado reveló que una infección de gangrena le había sustraído ocho centímetros del tendón.
“Es la peor lesión que he visto”, reconoció Wenger este jueves al ser preguntado por el futbolista asturiano. “Empezó con un dolor en el tendón de Aquiles y fue empeorando y empeorando. Siento mucho lo que le ha pasado porque sé lo mucho que le gusta a Santi jugar al futbol. Todo esto es increíble”, dijo.
Sin embargo, el veterano preparador francés, de 68 años, se mostró esperanzado de que Cazorla pueda volver a jugar con el Arsenal el próximo mes de enero e insistió que la lesión no le obligará a una retirada prematura.
“Le vi hace un mes. Estuvo aquí con nosotros y le dije que se preparara de la mejor forma posible. Tiene un equipo médico competente con él y espero que pueda volver. Le dejé fuera de la lista de la Liga de Campeones sabiendo que estaría disponible en enero”, subrayó Wenger.