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Qué es la placenta acreta que obligó a Kim Kardashian a alquilar un vientre para su tercer hijo

Las revistas de corazón no tardaron en dar la noticia: la reina de los "realities" Kim Kardashian tendría un tercer hijo, pero en esta oportunidad no lo daría a luz.

En el tráiler de la nueva temporada de la serie de televisión que protagoniza junto a su familia, Keeping Up With The Kardashians, le dijo a una de sus hermanas: “Tendremos un bebé”.
Kardashian, quien está casada con el rapero estadounidense Kanye West, había hablado en el programa sobre sus problemas en sus intentos por concebir.
“Después de hablar con Kanye, siempre supe que la subrogación era una opción, pero no la veía como algo realista y ahora siento que es mi realidad”, dijo en un episodio transmitido en abril.
“Siento que la subrogación es realmente la única otra opción para mí”, añadió.

En el sitio web de E!, cadena estadounidense que transmite la serie, se informó que la estrella de la telerrealidad había expresado abiertamente su interés en la subrogación después de que los médicos le dijeran que no era seguro para ella un tercer embarazo.
En noviembre, en unas declaraciones que ofreció al programa de televisión estadounidense estadounidense The Real, Kardashian habló de la mujer que está embarazada con su bebé.
“La amo”, dijo. “Tengo la mejor relación con mi madre de alquiler. Ella es muy buena. Es la persona perfecta para hacer esto por mi familia. Es maravillosa”.
Pero ¿qué exactamente la hizo recurrir a un vientre en alquiler?

Preeclampsia

En su blog personal (kimkardashianwest.com), Kardashian ha compartido los problemas que experimentó en su embarazo.
El capítulo en su blog lleva el título de “Embarazo de alto riesgo”.

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“En mi último embarazo tuve una condición que se llama preeclampsia”, escribió.
Esta enfermedad, que provoca un incremento en la presión arterial y un aumento de proteínas en la orina, afecta a una de cada 10 mujeres embarazadas.
La preeclampsia es la complicación más común y peligrosa que ocurre en el embarazo y si no se diagnostica y trata rápidamente puede poner en riesgo de muerte tanto al feto como a la madre.

La enfermedad es el resultado de problemas en la placenta, la encargada de llevar oxígeno y nutrientes al bebé. Si no se le trata puede provocar convulsiones, derrame cerebral, lesiones renales y hepáticas, problemas respiratorios y muerte del feto y la madre.

“Se quedó pegada”

“Indujimos el parto y, poco después, tuve a North. Inmediatamente después del alumbramiento, la placenta usualmente se sale. La mía no lo hizo. Mi placenta se quedó pegada dentro de mi útero, lo cual es una condición llamada placenta accreta”, explicó Kardashian en su blog.

La placenta accreta es cuando una placenta se implanta profundamente y no se desprende con facilidad durante el parto.
De acuerdo con el sitio especializado en maternidad e infancia Baby Center, “la placenta accreta puede causar hemorragia severa, y múltiples transfusiones de sangre durante el parto”.
La vida de la madre puede ponerse en serio peligro y, para controlar la hemorragia, los médicos pueden recurrir a una histerectomía.
De acuerdo con la Asociación Estadounidense de Embarazo, “la causa específica de la placenta accreta es desconocida, pero puede estar vinculada con la placenta previa y cesáreas previa”.
La placenta previa es cuando ésta se sitúa muy próxima al cuello uterino, de tal manera que obstruye el canal del parto.
“La placenta accreta está presente en 5% a 10% de las mujeres con placenta previa”.
“Una cesárea aumenta la posibilidad de placenta accreta y entre más cesáreas, más crece. Múltiples cesáreas estuvieron presentes en más de 60% de los casos de placenta accreta”, indica la asociación.

En aumento

Los casos de placenta accreta han aumentado, sostienen los expertos.

Así lo refleja un informe del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos de Reino Unido.
“La morbilidad y mortalidad materna y fetal por placenta previa y placenta previa accreta son considerables y están asociados con altas demandas de los recursos sanitarios”, indicó la institución en el reporte “Placenta previa, placenta previa accreta y vasa previa: diagnóstico y manejo” (“Placenta Praevia, Placenta Praevia Accreta and Vasa Praevia: Diagnosis and Management”).

“Con la creciente incidencia de cesáreas combinadas con el aumento de la edad de la madre, el número de casos de placenta previa y su complicaciones, incluida la placenta accreta, continuarán aumentando”.

Importancia del diagnóstico

Ceri Bostock, quien vive en Inglaterra y fue diagnosticada con placenta accreta, le dijo a la BBC que hay poca concientización sobre esa complicación.

La madre desarrolló la condición, que afecta a 1 entre 6.000 embarazos, cuando esperaba a su tercer hijo.
Debido a los riesgos que implica, Bostock escribió su testamento y cartas a sus seres queridos mientras estuvo hospitalizada por cuatro semanas antes del alumbramiento.
El día del nacimiento, estuvo rodeada de un equipo médico compuesto por 20 personas. Su hija nació saludable.
Con su bebé Shari Fflur en brazos, Bostock indicó que tanto ella como su esposo tuvieron dificultades para disfrutar el embarazo a tal punto de calificarlo como traumático.
“El doctor me dijo que había sido muy afortunada por haber sido diagnosticada, ya que llegar a un diagnóstico es muy difícil”, dijo.
Por eso, los expertos recomiendan que durante todo el embarazo las mujeres se sometan a los chequeos y exámenes de control exigidos con el objetivo de advertir y prevenir cualquier complicación.

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