Las fuerzas de seguridad que acudieron al rescate les ofrecieron asistencia médica y reclamaron el apoyo de los agentes de Protección de Fronteras (USBP, por sus siglas en inglés).
Se activó el protocolo de evacuación desde la montaña en la que se encontraban, para que los migrantes en estado más grave -cinco- fueran desplazados en helicóptero, mientras que aquellos en estado más leve -nueve- fueron llevados montaña abajo en los vehículos de los agentes fronterizos.
Los 14 guatemaltecos fueron transportados en ambulancias hasta el Big Bend Regional Medical Center, en el estado de Texas, para que fueran evaluados con mayor detenimiento.
Durante el traslado, uno de los más críticamente afectados sufrió un paro cardiaco, por lo que fue llevado a un centro para un tratamiento intensivo.
“Aunque la pérdida de una vida es algo trágico, los esfuerzos heróicos de nuestros agentes, entrenados como expertos, respondieron a ese caos salvando 14 vidas de una muerte segura”, afirmó el agente Jeff Birks en el comunicado del DHS.