Pero los sujetos, que huyeron a toda prisa del lugar hacia una ciudad cercana, no contaban con que la acción quedó grabada en video e inmediatamente el material fue divulgado por la red social WhatsApp junto con la foto del menor raptado.
Cuando llegaron a un comercio, los sujetos y el niño fueron reconocidos por el dueño gracias al material de la red e inmediatamente se corrió el rumor de lo sucedido, y el mismo comerciante tomó acción para una operación de rescate.
El menor, cuyo padre se supo que era dueño de una fábrica de cerámica y conocido de uno de los secuestradores, fue rescatado sin un rasguño.
El secuestrador fue atado por los pobladores a un poste y recibió una brutal paliza que lo hizo delatar a sus secuaces, antes de ser entregado a la Policía.