Las comparaciones con el frondoso abeto del Vaticano que preside la Plaza de San Pedro no se hicieron esperar y la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, fue objeto de críticas.
Anunciaba su muerte
El árbol aparecía cada día más deshojado, hasta que se llegó a la trágica conclusión: “Spelacchio” no estaba enfermo, ni el fuerte viento de estos días le había dejado sin hojas…se estaba secando porque se había muerto.
In fin dei conti il povero tristo do scorso anno n'era poi tanto male.
— Spelacchio (@spelacchio) December 20, 2017
Fuentes del ayuntamiento de Roma confirmaron al diario “Corriere della Sera” que el abeto “está muerto”.
“Spelacchio” tiene su propia cuenta en Twitter y en uno de sus últimos mensajes declaraba: “Ya decía yo que me sentía extraño” y retuiteaba la noticia de su muerte.
El problema, explican, es que durante el traslado se le pudieron romper las ramas.
Como en cualquier muerte, se ha abierto ya una investigación por parte del ayuntamiento de Roma.
Rídiculo mundial
Mientras tanto, la asociación de consumidores Codacons ya ha pedido que el árbol sea retirado inmediatamente ante “el ridículo mundial que está haciendo el ayuntamiento de Roma”.
El ayuntamiento de Roma tendrá que decidir si dejar el árbol muerto, ante los ojos de turistas y romanos, o acabar con su historia triste y retirarlo.
“Spelacchio ha muerto de mala sanidad”, se leía en un editorial de hoy del diario romano “Il Messaggero” en el que se aseguraba que el árbol ha muerto “por la falta de profesionalidad de quienes lo han gestionado”.