Fujimori -1990-2000-, de 79 años y en prisión desde 2005, fue trasladado a la clínica mientras se rumoreaba que podía ser indultado esta Navidad, dos días después de que sus partidarios se dividieran al votar en el Congreso sobre la moción de destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski, que no obtuvo los votos necesarios.
El expresidente fue trasladado desde su celda en la Dirección de Operaciones Especiales a la Clinica Centenario Peruano Japonesa en Lima, acompañado por su hijo menor, el legislador Kenki Fujimori, quien se abstuvo en la votación en el Congreso junto a otros nueve miembros de su partido y evitó la destitución de Kuczynski.
El expresidente ha sido llevado en otras ocasiones a la clínica por el mismo cuadro de salud, la última vez en septiembre.
“Un cardiólogo lo ha atendido y hemos decidido que se traslade a la Clínica Centenario. Está delicadito. Está complicadito”, dijo Aguinaga, quien también lo acompañó en el trayecto hacia el centro médico.
“Yo me imagino que está afectado por todo lo que ha pasado en la semana”, añadió el médico.
Keiko Fujimori, la hija del expresidente que lidera el partido fujimorista Fuerza Popular, había impulsado la moción de vacancia contra Kuckynski y ha tenido varios desencuentros en el último tiempo con su hermano Kenji, quien lleva la cruzada por el indulto para su padre.
Pese a los abusos cometidos por Alberto Fumijori tras su autogople de 1992, sigue teniendo popularidad en el país pues muchos peruanos valoran que lograra la estabilización económica después de la crisis bajo el primer gobierno de Alan García (1985-1990) y que derrotara a las guerrillas de Sendero Luminoso y del MRTA.