A esta temporada que es definida por la llamada “cuesta de enero” es, básicamente, la acumulación de deudas y nuevos pagos que surgen por diversas cuestiones económicas, pero también por el manejo de las propias finanzas personales.
Cómo evitar la cuesta de enero
- El primer paso es el más obvio, pero debe realizarse con anticipación: asegurarse de ahorrar un dinero exclusivo para cubrir los gastos importantes como los impuestos y otras deudas que se adquieren con empresas o gobierno.
- Si no ahorró lo suficiente, lo que sigue de inmediato es “apretarse el cinturón”: reducir en la medida de lo posible todos los gastos que no sean necesarios o urgentes. Toda la familia debe cooperar con esto.
- Evitar todos los productos y servicios de entretenimiento (desde ir al cine hasta suscripciones de video), los gastos “hormiga” (comprar dulces o botanas) y los famosos “gastos emocionales” (adquirir productos y servicios sólo porque se te antojan). Si está en “oferta”, pero no lo necesita, entonces “no lo compre”.
- Si usó la tarjeta de crédito, asegúrese de cubrir más del mínimo de lo que debe.
- Si ya se encuentra en emergencia y piensa empeñar sus cosas, revise si puede conseguir un crédito con alguna institución financiera antes de tomar esa medida. Busque alternativas que le ayuden a sobrevivir esta temporada, pero que tampoco le vayan a costar demasiado a mediano y largo plazo.
- Lo más importante para sobrevivir a la cuesta de enero es que haga bien sus cuentas, es decir, que tenga muy claro sus ingresos y posibilidades de gasto, y que sea muy disciplinado con sus compras.
*Con información de El Debate, Economiteca y Actitud Fem.