Si Odebrecht acepta abandonar los derechos sobre el tramo pendiente, Comunicaciones recibiría la semana entrante las ofertas de empresas interesadas en continuar la obra, aunque ya no será una ampliación a cuatro carriles, sino una reparación de la vía actual.
Calvario
Retrasos en la entrega de mercancías, accidentes de tránsito y el deterioro de los automotores son algunos de los problemas que afrontan quienes transitan por la ruta al Pacífico, debido al pésimo estado de la carretera y la falta de señalización.
Juventino Reyes, quien se dedica a la compra y venta de papaya, relató que circula de Nueva Concepción, Escuintla, a la Central de Mayoreo, y ha perdido la cuenta de las llantas de su automóvil que han sido dañadas por los grandes baches.
“Manejo por la madrugada, cuando aún está oscuro, lo que dificulta la visibilidad y es casi imposible no caer en uno de los agujeros. Esto solo causa más gastos y al final afecta el negocio”, dijo.
Reyes y el piloto de transporte pesado Juan José Pérez, aunque no se conocen, comparten las mismas dificultades. Pérez sale de la capital con mercadería que debe entregar en la frontera con México.
“Esta ruta es importante, comunica con las fronteras entre El Salvador y México. Aquí pasa todo el comercio, y no es posible que las autoridades no le presten atención”, expresó Pérez.
En el 2013
El Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) adjudicó a la empresa brasileña Norberto Odebrecht, en el 2013, la ampliación a cuatro carriles de 140 kilómetros de la ruta CA-2 Occidente, carretera de la Costa Sur, pero la obra, salpicada por pago de sobornos, quedó inconclusa y es un calvario para los conductores.
El proyecto comenzó en mayo del 2013. Partía de Cocales, Suchitepéquez, y debía terminar en Tecún Umán, San Marcos. A casi cinco años, la construcción está a menos de la mitad y abandonada, mientras el Gobierno busca liberar el tramo con un desistimiento que la empresa brasileña podría firmar hoy.
La obra la comenzó el gobierno del Partido Patriota. El entonces ministro de CIV, Alejandro Sinibaldi, hoy prófugo, fue quien firmó el contrato por Q3 mil millones.
La ampliación debía terminar 30 meses después de inaugurada; es decir, a finales del 2015. Sin embargo, está abandonada desde el 2016 y el deterioro es cada vez mayor.
Se calcula que en esa ruta circula gran cantidad de mercancías hacia y desde México, que representa el 65 por ciento del producto interno bruto.
El abandono de esa carretera se dio casi de manera simultánea con la revelación del escándalo de pago de sobornos que esa firma habría hecho a políticos guatemaltecos. Según el Departamento de Justicia de EE. UU., fueron al menos US$18 millones los que se entregaron entre el 2012 y el 2015 para asegurarse el contrato de proyectos.
En la Costa Sur, Odebrecht comenzó los trabajos, pero solo amplió unos 43 kilómetros. Los 97 restantes no recibieron mantenimiento desde la adjudicación de la obra.