La suspensión de leyes ambientales servirá para sustituir la actual valla por un tipo de muro en un sector de 20 millas (32 kilómetros) alrededor del Puente Internacional Santa Teresa.
Este paso ubicado en el límite de Nuevo México y Texas se construyó para aligerar el flujo entre las ciudades de El Paso (EEUU) y Ciudad Juárez (México).
La secretaria Nielsen afirmó en la orden que en la zona en cuestión hay “un alto cruce de ilegales”, en alusión a los inmigrantes indocumentados.
El grupo ambientalista Centro para la Diversidad Biológica “está considerando” interponer una demanda contra el Gobierno por la suspensión de las normas y leyes, indicó en un comunicado.
Esta organización ya demandó al Gobierno el año pasado cuando suspendió las normas para construir un tramo del muro en la zona de San Diego (California).
“La suspensión tiene como objetivo permitir la construcción del muro fronterizo sin tener que cumplir con las leyes que protegen el aire limpio, el agua potable, las tierras públicas o la vida silvestre en peligro de extinción”, apuntó la organización.