Abrazados y llorando sobre el escenario, los tres agradecieron la Palma, recibida por la película favorita del festival, una coproducción de España, Francia y Alemania.
“Me gustaría dedicar a la hermosa juventud que me encontré, gente que me enseñó mucho sobre el espíritu de libertad y también a otra juventud, por algo pasó no hace mucho tiempo, a la revolución tunecina, por su aspiración de vivir con libertad, expresarse libremente y amar con plena libertad“, señaló Kechiche.
Exarchopoulos agradeció especialmente a su compañera de reparto, Seydoux, por “ser tan generosa” y a todo el equipo y mostró su sorpresa por haber ganado “entre tantas maravillosas películas” en la competición oficial de Cannes.
Kechiche se tomó unos segundos antes de realizar su breve discurso. “Siempre me tomo mi tiempo“, señaló el realizador de un filme en el que cuenta con preciosismo y recreación la relación entre dos jóvenes.