“Tomando las dos políticas juntas, (se puede decir que) el 54 por ciento de los estadounidenses está a favor de garantizar un estatus legal permanente a los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos ilegalmente siendo niños y se opone en gran medida a expandir el muro a lo largo de la frontera de Estados Unidos y México”, señaló el Pew Research el pasado 19 de enero.
El martes por la noche, durante el discurso sobre el estado de la Unión ante el Congreso, Trump ya instó a los legisladores de los dos partidos a sacar adelante esa reforma, que los demócratas -y también algunos republicanos- rechazan.
Horas antes de su intervención en Virginia Occidental, el presidente arrancó el día acusando a los demócratas de no hacer nada para asegurar el futuro de los “dreamers”, los jóvenes indocumentados que llegaron de niños al país y que a partir de marzo, cuando empiecen a caducar sus permisos temporales, pueden quedar expuestos a ser deportados.
“El 5 de marzo se aproxima rápidamente y los demócratas no están haciendo nada sobre DACA”, escribió Trump en Twitter. “Se resisten, acusan, se quejan y obstruyen, y no hacen nada”, añadió.