Ambos fueron capturados por la Policía en enero último, acusados del delito de adulterio, que según la legislación local podría castigarse hasta con 10 años de prisión.
CBS North Carolina, citado por Clarín, informó que la exesposa de Steven fue quien los denunció al percatarse de la situación, y al descubrir que, incluso, padre e hija planeaban casarse.
Según los medios citados, el caso se trasladó al estado de Virgina, porque se cree que allí comenzó la polémica relación, que indigna aún más por el hecho de que el hombre salió de prisión después de haber pagado una multa, mientras que la joven continúa en la cárcel.
Pero la historia va más allá.
En 1998, Steven y su exesposa tuvieron a su hija Katie, pero la dieron en adopción recién nacida porque “eran muy jóvenes y no tenían cómo mantenerla”.
En el 2016, por medio de las redes sociales, su hija los contactó y volvió con ellos a su casa en Virginia. Sin embargo, las relaciones maritales entre el hombre y su exesposa se complicaron y se divorciaron en 2017.
Desde entonces, Katie se quedó conviviendo con Steven y este obligó a sus otros hijos a que la llamaran mamá.
Al percatarse de la denuncia de la exesposa, la familia huyó de Virginia a Carolina del Norte, donde fueron descubiertos y arrestados. Ahora enfrentan cargos por incesto.