El descubrimiento fue hecho con la técnica Light Detection And Ranging (LiDAR, en inglés), que ahora ayuda a entender mejor la grandeza de la ingeniería maya, civilización que habitó el territorio comprendido desde el sur de México hasta Guatemala y Belice, así como el oeste de Honduras y El Salvador. Tras el colapso de las grandes ciudades mayas entre los siglos VIII y IX, la selva retomó posesión.
Los templos abandonados se volvieron hogar de animales salvajes. Ajenas a las vicisitudes del tiempo, las antiguas ciudades no fueron más que un punto olvidado en el mapa del norte del país, hasta que en la década de 1840 se dio a conocer oficialmente Tikal.
Esta urbe, al igual que otros sitios como Yaxhá, Ceibal, Aguateca, San Bartolo, Uaxactún y El Mirador, donde se ubica la pirámide más grande del mundo maya, está rodeada de cinco tipos de bosques subtropicales —zapotal, palmera, ramonal, tintal y cibal—. Estos lugares fueron el escenario del desarrollo de la civilización maya y conforman una de las regiones más importantes.
Los hallazgos
“Entre los descubrimientos más sorprendentes que se hicieron con el LiDAR está la ubicuidad de muros de defensa, murallas, terrazas y fortalezas. La guerra no solo estaba ocurriendo hacia el final de la civilización. Todo fue a gran escala y sistemático, y se prolongó durante muchos años”, explicó el arqueólogo Thomas Garrison, codirector del Proyecto El Zotz.
Durante el muestreo también se descubrieron cuatro grandes centros ceremoniales. El centro urbano conocido como El Palmar, resultó ser 40 veces más grande que como se mostraba en los mapas, incluyendo varios complejos monumentales que se creía que eran sitios separados.
Además, se descubrió que los campos de cultivo intensivos ocupaban toda el área elevada alrededor de los centros urbanos, en algunos casos hasta un 95% de toda la tierra disponible. Amplias áreas de los humedales fueron convertidas en campos de cultivo, gracias a redes de canales de drenaje.
También se localizó un sistema masivo de calzadas en toda la región de tierras bajas del sur. A diferencia de lo que se creía, no solo un pequeño número de sitios fue conectado por calzadas, sino que muchos centros tenían caminos que conectaban con santuarios vecinos u otros sitios.
En algunas áreas los mayas manipularon el flujo del agua y mitigaron la erosión, guiando el agua de lluvia hacia las tierras fértiles con redes de canales que a veces se extendían hasta 3 kilómetros cuadrados.
Había varios sistemas de campos drenados por más de 20 km a lo largo de los humedales de Holmul. En los terrenos elevados, extensas áreas de muros de piedra podrían relacionarse con los cultivos intensivos y con la arboricultura. Estos rasgos son testimonio de la gran sofisticación e inversión de los mayas en sistemas agrícolas sostenibles.
Se descubrió también un importante sistema de fortificaciones cerca del sitio clásico de El Zotz, ciudad vecina de Tikal.
Múltiples murallas rodeaban las laderas de los cerros y las calzadas conectaban una serie de torres de avistamiento a lo largo de una serranía de 10 Km de longitud.
“Los datos LiDAR no dejan ninguna duda de que la función del sistema de foso y muralla de 14 Km de longitud que rodea la ciudad de Tikal fue construida para protegerla de invasores. La frecuencia y escala de tales fortificaciones es inesperada y seguramente se incrementará en la medida que LiDAR muestre nuevas áreas”, refirió el arqueólogo Marcello Canuto.
Los datos obtenidos demostraron una densidad de asentamientos en las tierras bajas mayas que sobrepasa cualquier estimación demográfica previa para las épocas Preclásica (1000 a.C. – 300 d.C.) y Clásica (300-900 d.C.).
“Muchos investigadores habían estimado una población de alrededor de cinco millones, pero con esta nueva información, no es irrazonable pensar que había de 10 a 15 millones de personas allí, incluidas muchas que vivían en zonas pantanosas y bajas que se consideraban inhabitables”, refirió Estrada-Belli.
Los investigadores creen que en la medida en que se hagan más reconocimientos con esta tecnología serán descubiertas características sorprendentes que mostrarán que los mayas construyeron una de las civilizaciones más complejas y sofisticadas de la historia.