De igual forma, estudios científicos revelan más detalles sobre los nutrientes que pueden o no ser perjudiciales para el desarrollo de un cáncer. En esta ocasión, se trata de la restricción del consumo de asparagina.
Por qué evitarla
Si bien solo ha sido probada en ratones y células humanas en laboratorio, los primeros hallazgos de la investigación son relevantes y podrían modificar el panorama nutricional en ese aspecto.
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Publicada este miércoles en la revista científica Nature, un grupo de científicos determinaron que el consumo de asparagina propicia la metástasis, que es la expansión de las células tumorales a lugares distantes del tumor primario.
En otras palabras, comer alimentos con asparagina puede favorecer el esparcimiento de un cáncer — y perjudicar a los pacientes.
Dónde se encuentra
La principal fuente de asparagina es el espárrago (de ahí viene su nombre). El asparagus officinalis —nombre científico— es una planta habitual en diferentes platillos.
La asparagina también puede encontrarse en papas y mariscos, y en menor medida en los lácteos, el pollo, los huevos y las legumbres.
Qué es
La aspargina es uno de los 22 aminoácidos codificados en el código genético. Se utiliza fundamentalmente para alimentar al sistema nervioso.
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Los aminoácidos son compuestos orgánicos que se combinan para formar proteínas, según el portal MedlinePlus. Tienen varias funciones y el cuerpo los utiliza para decomponer los alimentos, crecer y reparar tejidos, entre otras.
Así que, si bien los resultados no son conclusivos ni tampoco sugieren que todas las personas dejen de alimentarse con espárragos, sí podría ser importante que quienes sean pacientes con cáncer lo eviten.