El Getafe se convierte así en apenas el segundo equipo que logra puntuar en el Camp Nou en el campeonato después del Celta de Vigo. El cuadro de Ernesto Valverde, que llegaba en un espectacular momento de forma después de lograr en la semana la clasificación a la final de la Copa del Rey, sufrió en cambio un tropiezo que no estaba en los planes.
Ante la sanción de Samuel Umtiti, las molestias que arrastraba Gerard Piqué y la lesión de Thomas Vermaelen, Valverde propuso hoy una defensa inédita, con el colombiano Yerry Mina y el francés Lucas Digne como centrales y Sergi Roberto y Jordi Alba en los laterales.
Valverde también cambió piezas en la medular y en el ataque, con Paco Alcácer y Philippe Coutinho en el césped y Andrés Iniesta y Paulinho esperando su turno en el banquillo.
Precisamente una pérdida de Mina en la salida del balón propició la primera llegada del Getafe al área rival, pero Sergio Busquets cortó el contragolpe justo cuando el japonés Gaku Shibasaki se quedaba solo delante de Marc-André ter Stegen.
El Barcelona fue despertando poco a poco, pero le costó generar ocasiones de peligro. En el minuto 31, el defensa Damián Suárez desbarató la más clara: cuando Lionel l Messi ya había controlado dentro del área un gran pase de Ivan Rakitic y se disponía a abrir el marcador, el jugador del Getafe llegó, providencial, para enviar la pelota a córner. También la tuvo Luis Suárez, pero el gol del uruguayo fue bien anulado.
El Barcelona incrementó la presión en el segundo tiempo, aunque sin demasiada claridad más allá de los ingresos de Iniesta, Ousmane Dembélé y Paulinho. Lo intentaron, sin fortuna, Suárez, Coutinho en un par de ocasiones y Messi.
También Mina, con un par de cabezazos en área rival que demostraron la fortaleza del colombiano en el juego aéreo.
El Getafe, valiente, no se dejó arrinconar e incluso dispuso de la última oportunidad del encuentro, un lanzamiento de falta de Antunes que Ter Stegen lanzó al córner. No hubo tiempo para más, aunque ello no fue un problema para el Getafe, que celebró un punto de oro en el Camp Nou y dejó al Barcelona con una mueca de preocupación.