El último número de Nature Biotechnology recoge la primera demostración de esa nueva tecnología, empleada con modelos de ratón en casos de cáncer de mama, de ovario, pulmón y melanoma.
Los retos a la hora de avanzar en nanomedicina han sido complejos, pues los científicos han querido diseñar, construir y controlar los nanorobots para que busquen y destruyan los tumores cancerosos pero sin dañar las células sanas.
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El grupo investigador logró superar ese obstáculo empleando una estrategia con la que seleccionar y reducir el tumor con un trabajo que comenzó hace cinco años.
Para ello, recortaron el suministro sanguíneo del tumor induciendo la coagulación de la sangre con un sistema robótico totalmente programable.
Los científicos inyectaron en los ratones células cancerosas humanas para inducir el crecimiento del tumor agresivo y cuando este aumentaba de tamaño, se introducían los nanorobots que resultaron seguros y efectivos en la reducción del tumor.
Tampoco se detectaron evidencias de que esos nanorobots se extendieran al cerebro, donde podrían ocasionar efectos secundarios no deseados, como una apoplejía.
El tratamiento, según el estudio, bloqueó el suministro sanguíneo del tumor y generó, en 24 horas, daños en él sin ocasionar ningún efecto en los tejidos sanos.
Hao Yan destacó que “en el modelo de ratón con melanoma, el nanorobot no solo afectó al tumor principal, sino que también evitó la formación de metástasis, mostrando un potencial terapéutico prometedor”.