La criptomoneda Petro se propone revolucionar las normas de los activos digitales y enfrentar la crisis económica, agudizada por las sanciones estadounidenses.
El lanzamiento se produce en medio del “boom” que está viviendo la criptomoneda más conocida, el bitcoin, si bien la cuestionada moneda digital ha perdido buena parte de su valor -se cotiza actualmente a unos 10 mil dólares- por los planes de regulación de su comercio en algunos países asiáticos.
Las criptomonedas, muy controvertidas entre los expertos, son monedas virtuales que se generan mediante complejos procesos de cálculo, si bien también se pueden comprar en Internet con moneda real, por ejemplo euros o dólares. Se usan, sobre todo, para pagos online.
La criptomoneda venezolana se basará en un tipo de cambio que establece que un petro será igual a un barril de petróleo venezolano, que se cotiza actualmente en unos 60 dólares, pues tendrá como respaldo un campo de la Faja del Orinoco, un vasto yacimiento en el oriente del país, y reservas de 5 mil millones de barriles.
“El petro es la gran apuesta que estamos haciendo para la estabilidad y crecimiento financiero de nuestro país”, dijo Maduro. El presidente anunció una emisión de cien millones de petros, que con el valor actual del barril petrolero equivaldrían a 5.700 millones de dólares. Según analistas, el Gobierno de Venezuela necesita más de 15.000 millones de dólares para ajustar sus cuentas.
Todavía hay dudas de cómo operará el sistema de compra del petro, ya que el Gobierno dijo que sólo organismos oficiales tendrán a cargo la actividad de “minería” de la moneda y que su asignación será mediante subastas. Como “minería” se conoce la resolución de los complejos problemas matemáticos por computadora en los que se sustentan las criptomonedas.
El asesor económico Luis Enrique Gavazut duda en calificar al petro como moneda digital. “Considero que, en efecto, debería ser sólo un activo financiero, como las acciones y bonos, y no una moneda y mucho menos de circulación en Venezuela”, dijo a DPA.
Agregó que la compra-venta de petros sólo se podrá hacer en el mercado secundario: “Es decir, la emisión inicial debería cobrarla el Estado únicamente en divisas libremente convertibles, y luego los tenedores de petros pudieran negociarlos en la moneda de su preferencia, incluyendo el bolívar”.
Con la divisa digital Caracas estima que puede generar hasta 280 mil millones de dólares de capital fresco, que serían algo parecido a un maná en medio de la crisis económica y en un año de elecciones presidenciales. Maduro apuesta por el esquema digital en momentos en que la moneda nacional, el bolívar, ha sido pulverizada por la inflación y la devaluación.
Gavazut opina que uno de los problemas del petro será el tipo de cambio que el Estado autorizará para estas operaciones. Actualmente el cambio del mercado negro está en unos 240 mil bolívares por dólar, mientras que la tasa oficial del sistema de control cambiario es de 25 mil bolívares.
En palabras de Gavazut, con la venta de la criptomoneda el país podrá recibir pagos en divisas, por lo que sí podría ser un mecanismo del Gobierno para saltarse las sanciones.
Por su parte, el economista y experto petrolero José Toro Hardy afirmó que el petro puede ser cualquier otra cosa, menos una criptomoneda.
“Las criptomonedas sólo existen en la web y se utilizan a través de un sistema de pagos electrónicos encriptado sin intermediarios. Es un dinero fiduciario que carece de respaldo. El valor del dinero fiduciario depende de la confianza, es decir, de que otros lo acepten como medio de pago”, señaló a DPA.
Agregó que una criptomoneda depende en esencia de que exista un número limitado de unidades, a las cuales los “mineros” acceden a través de un complejo sistema de algoritmos en una red de computadoras.
“Pero en el caso del petro las unidades no quedarían limitadas y las emisiones completas estarán bajo el control de un Estado, tan ávido de recursos que no ha dudado en recurrir al Banco Central de Venezuela para que financie su déficit fiscal con inmensas emisiones monetarias que destruyeron el bolívar”, alegó.
Toro Hardy señaló que el Estado dice que el petro estará respaldado por unas reservas de petróleo no desarrolladas, que existen en el subsuelo en el Bloque Ayacucho de la Faja del Orinoco, algo que en su opinión es inconstitucional.
La Asamblea Nacional (Congreso), con mayoría opositora pero actualmente sin poder real, declaró ilegal el petro, por no contar con el aval del control legislativo.