Uno de los casos es el de Jorge Morales, quien era piloto del transporte urbano, pero debido a los asaltos y extorsiones decidió cambiar de trabajo y ahora es Policía Municipal en la comuna de Xela.
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“Desempeñé el trabajo de piloto de transporte urbano durante ocho años; sin embargo, los extorsionadores empezaron a acosar a la empresa y mejor decidí salirme para alejarme del peligro, ya que pienso en mi familia, porque uno es el soporte y en todo momento se trata de darles un tipo de vida diferente y no arriesgar la de uno”, explicó Morales.
Uno de los sucesos que más impactaron a Morales fue cuando asaltaron el bus que manejaba y le quitaron las pertenencias a los pasajeros, mientras que a él y al ayudante les pidieron todo el dinero recaudado en el día. “Aparte del temor y de sentirse amenazado me hizo pensar que debía abandonar ese trabajo y buscar una alternativa para obtener recursos”, relató.
Morales se siente tranquilo de ya no desempeñar esa labor, porque cada día aumentan las extorsiones en todo el país y el ambiente es más tenso.
Problema constante
De acuerdo con empresarios del transporte urbano, quienes se reunieron recientemente con las autoridades de Policía Municipal de Tránsito y de la Policía Nacional Civil, el problema de las extorsiones es constante y por eso los pilotos renuncian.
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Estuardo Miranda, de la Asociación de Transportistas de Quetzaltenango, dijo que se estima que de 650 pilotos que hay en el transporte urbano en Xela, aproximadamente 150 dejan esa labor al año.
“Hay deserción alta de pilotos por la inseguridad y las condiciones operativas que no les garantizan protección”, comentó Miranda.
Una de las empresarias, que pidió omitir su nombre por seguridad, refirió que hay muchos conductores que no soportan esa presión y deciden irse a otros trabajos, en su mayoría como albañiles o a atender negocios.
Investigan casos
José Martínez, jefe de Operaciones de la Comisaría 41 de la Policía Nacional Civil en Quetzaltenango, explicó que tiene casos nuevos de extorsión este año en los que trabajan la División Especializada de Investigación Criminal y la División contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas.
“Constantemente hay denuncias a las cuales le damos seguimiento”, aseguró.
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