Óliver Sierra, coordinador de la citada carrera en el Centro Universitario de Occidente (Cunoc), dijo que, a principios de este año, él y cuatro estudiantes de quinto semestre, empezaron a construir el dispositivo interactivo junto con estudiantes y docentes de la escuela para niños sordos Dra. Elisa Molina de Stahl, de Quetzaltenango, del Benemérito Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala, donde los menores aprenden a expresarse.
El dispositivo, cuyo costo fue financiado por los estudiantes, está diseñado para que motive y evidencie que los sordos, aunque no puedan escuchar, pueden producir sonidos.
Sierra explicó que la creación del dispositivo surgió de una investigación efectuada a principios del presente año, sobre nuevos métodos para aprendizaje con bajo costo para que ayuden al desarrollo de la lengua oral en personas con problemas auditivos.
“Los niños, al emitir un sonido fuerte o bajo por el micrófono del dispositivo, observarán que las luces led se encenderán y se darán cuenta que ellos emiten sonido y si es con intensidad, todas las luces se activarán, y eso ha motivado a niños cuando hacemos pruebas”, detalló Sierra.
Creación
Carlos Rodas Sánchez, estudiante de Ingeniería, comentó que trabajaron por dos semanas en el único aparato que crearon por ahora y que funciona con energía eléctrica.
Manifestó que para la elaboración del dispositivo se utilizó micrófono, sensor de sonido, luces led, resistencias, cables, placas perforadoras, equipo de soldadura, cable USB, alambre de amarre, recipiente de plástico entre otros materiales, y que el costo en equipo fue de US$48.87 —unos Q366.50—.
Explicó que decidieron apoyar a esa escuela porque muchas personas no colaboran con quienes tienen problemas auditivos.
“Uno se siente muy satisfecho al ver el resultado de ayudar a los que tienen problemas auditivos y quisieran tener voz. Hicimos que los niños hablaran y ellos lo hicieron y fue motivante verlos contentos y sorprendidos”, comentó.
Mayra Mejía, terapeuta de dicha escuela, explicó que el dispositivo contribuirá en la educación de los niños con problemas auditivos, ya que hay quienes son diagnosticados con sordera total y otros poco acústicos y tienen opción auditiva para producir voz.
“Esta es una oportunidad de estímulo para los niños, y que se den cuenta de que pueden producir voz y adquirir lenguaje, pero es un proceso largo. Agradezco el aporte de los estudiantes y el aparato lo estamos usando como estimulación en los niños de primaria, en clases de terapia de habla, en las que trabajamos con un grupo de 20 niños de tres a 15 años”, declaró Mejía.
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