La más apreciada ilustración del acceso al paraíso fue realizada por el Greco, en el entierro del Conde de Orgaz, Don Gonzalo Ruiz, donante de una importante suma a la parroquia de San Tomé. Su valía, humildad y generosidad convocaron en su funeral a dos santos, San Esteban y San Agustín, para depositarlo en la tumba abierta en la capilla de la Concepción del mencionado templo.

Al viajar a Toledo, España, se puede apreciar la pintura donde consta tamaño milagro, e ilustra el acceso al paraíso, presidido por la majestad de Nuestro Salvador y su Santísima Madre, acompañados de profetas, santos y ángeles. En la tierra en el funeral se encuentran destacados vecinos toledanos. Los dos planos están unidos por una especie de vagina que actúa como umbral a la gloria. Esta representación tenía antecedentes en la mandorla o marco almendrado, representación de la vulva femenina; pues en la Edad Media no había problema con reconocer que nacemos de mujer. Los labios mayores son a veces sostenidos piadosamente por ángeles para mejor exposición de la grandeza divina representada en una imagen del pantocrátor, todopoderoso, o de la theotokos, madre de dios.

Por lo tanto, causó extrañeza observar a exaltadas señoras lanzando denuestos contra la fachada de la catedral metropolitana y columnas de la verja donde constan nombres de muchos, no de todos, los catequistas asesinados durante el enfrentamiento armado. Seguramente ignoran el reconocimiento por la cristiandad medieval de la fuerza simbólica de los genitales externos femeninos. ¡El Señor las perdone, pues no saben lo que hacen!

El episodio se suma a raros entredichos. Así, el exjesuita Gerard Bouffard, cristiano renacido que actúa como pastor en Canadá, se presenta como antiguo obispo y asegura haber aceptado el grado 37 de la masonería. Situación anómala, pues es conocido como último grado al 33. Denuncia haber sido testigo en el Vaticano, algunos países africanos y Guatemala, de la colusión con los francmasones. Durante sus insólitas prédicas acusa al Papa de controlar a los Illuminati. Se trata de un evidente extravío mental.

Diferentes grupos de presión y algunos diputados indiferentes a la religión llamaron a destituir al procurador de los Derechos Humanos, el candidato de los partidos Viva y Encuentro por Guatemala, Augusto Jordán Rodas Andrade. El magistrado de conciencia participó del acto posterior a la marcha por el Día Internacional de la Mujer, donde se produjeron los exabruptos referidos. Los obispos, sorprendidos por esas condenas oportunistas para desahuciar al PDH, se desmarcaron del deseo de manipular su llamado a evitar la vulgaridad.

Al hacerlo, también dejaron sin piso a respetables religiosos de las iglesias reformadas ajenos a la tradición simbólica medieval que los apoyaron. En el mundo terrenal, la absolución episcopal se expresa en la expectativa de conocer si habrá una nueva declaración del grupo de los 4 o puede darse por finiquitada esa convergencia.

Durante la semana que termina, un grupo de oenegeros ha convertido en público un asunto interno de la Universidad Rafael Landívar. El exjesuita Peter Marchetti, que había ocupado puestos importantes en la misma, se inconformó con su despido. En la nota de protesta que circula en las llamadas redes sociales se acusa a las autoridades de la universidad católica de ignorar al Concilio Vaticano II. De súbito, el destituido señala la falta de misas en las instalaciones universitarias, hecho que ocurre desde hace varias décadas. ¿Alcanzarán las indulgencias o se lanzarán anatemas? El cielo puede esperar.

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