La magistrada está ligada a proceso en un caso donde la Fiscalía la sindica de influir en una resolución judicial para beneficiar a su hijo Otto Molina Stalling, quien es procesado en el caso IGSS-Pisa. Además, está sindicada por haberse resistido al arresto.
El juez Carlos Ruano denunció que fue objeto de presiones por parte de la magistrada para favorecer a Molina Stalling, incluso la magistrada citó a Ruano a su oficina. Ahí fue cuando él grabó una conversación con ella.
Durante una audiencia, Ruano recordó sobre ese encuentro: “Debía presentarme en su oficina porque la cita había sido solicitada por una magistrada de justicia. Al principio -Stalling- dijo que tenía conocimiento que yo sería el que conocería las medidas para su hijo y empezó a explicarme lo que a su parecer debía hacerse en el proceso penal, y que, como madre, me hacia esa solicitud, que comprendiera y tratara de llevar ese mensaje al resto de jueces para que pudieran acceder a las medidas sustitutivas y otorgar libertad a su hijo -Otto Molina Stalling- junto con las enfermeras para que se llevara a cabo el debate lo más pronto posible”.
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Luego de la denuncia Ruano, se excusó de continuar en el caso, a lo cual las juezas del Tribunal, Dinora Martínez y María Sitavi, también se excusaron de continuar.
Molina Stalling, quien era asesor financiero en la subgerencia del IGSS, fue ligado a proceso penal por los delitos de asociación ilícita y cobro ilegal de comisiones. Junto a él tambien fueron ligadas a proceso 16 personas entre ellas el expresidente del Igss, Juan de Dios Rodríguez.
Según las escuchas telefónicas, garantizó a los directivos de Pisa obtener el contrato millonario con el Seguro Social, ya que tenía conexión con “los de adentro”, son “los que deciden”.
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Trato
Stalling ha obtenido permisos durante el proceso en su contra. El Día de la Madre de 2017 pudo visitar a su hijo, quien está recluido en otro sector de Mariscal Zavala.
También obtuvo un permiso para ausentarse de sus funciones en la Corte Suprema y pudo cobrar dos meses los Q39 mil que ganaba.
En el proceso por tráfico de influencias, magistrados de la Sala Tercera de Apelaciones la favorecieron con arresto domiciliario, algo que semanas después dejó sin efecto la Cámara de Amparos.
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