Es la primera vez que un primer ministro en el ejercicio de sus funciones es acusado en el país, y la decisión podría poner fin a la carrera del político, el jefe de gobierno más perenne en la historia del Estado hebreo.
Los casos por los que fue acusado Benjamin Netanyahu
El caso Bezeq
El “caso 4000” se presenta como el más peligroso para Netanyahu, en el que el primer ministro está acusado de corrupción, fraude y abuso de confianza.
Los investigadores sospechan que el jefe de gobierno intentó garantizarse una cobertura favorable en el medio de comunicación digital Walla. A cambio, habría concedido favores que habrían supuesto millones de dólares de beneficios a Shaul Elovitch, entonces jefe del principal grupo de telecomunicaciones israelíe Bezeq y también de Walla.
En el corazón de la investigación se encuentra la fusión entre Bezeq y el proveedor de televisión por cable Yes en 2015, que requería del aval de las autoridades de control, justo cuando Netanyahu estaba al frente de la cartera de Comunicaciones.
Frente a las acusaciones, Netanyahu alega que la fusión Bezeq-Yes fue validada por los servicios del ministerio y por las autoridades de control como pertinente, y niega que Walla le dedicara una cobertura privilegiada.
Además de a Netanyahu, ese caso también salpica a Elovitch y a su esposa, así como a la presidenta de Bezeq en la época. El fiscal general decidió cerrar “el caso 4000” en lo tocante a Sara y Yair Netanyahu, esposa e hijo del primer ministro.
Cigarros y champán
En el “caso 1000”, Netanyahu y miembros de su familia son sospechosos de haber recibido sobornos por más de 700 mil séqueles (US$200 mil) de varias personas, entre ellos Arnon Milchan, un productor israelí de Hollywood, y de James Packer, un millonario australiano.
Estos sobornos se materializaron en forma de cigarros, botellas de champán, y joyas, distribuidos entre 2007 y 2016, a cambio de favores financieros personales.
En este caso, Netanyahu está acusado de fraude y abuso de confianza. Netanyahu asegura que lo único que hizo fue aceptar regalos de sus amigos, sin haberlos pedido.
Mediagate
En el “caso 2000”, la policía sospecha que Netanyahu intentó llegar a un acuerdo con el propietario del diario Yediot Aharonot, Arnon Moses, para obtener una cobertura más favorable de este gran rotativo israelí, a menudo acusado por el primer ministro de estar en su contra.
A cambio, Netanyahu habría propuesto la posibilidad de hacer votar una ley que limitaría la distribución del Israel Hayom, un diario gratuito y principal competidor del Yediot Aharonot, y prohibir su publicación el fin de semana.
El acuerdo finalmente no se cerró pero Netanyahu será investigado por fraude y abuso de confianza.
La policía se basa en el testimonio de Ari Harow, un exjefe de gabinete de Netanyahu, que aceptó dar su testimonio a cambio de mayor clemencia en caso de ser procesado.
Netanyahu asegura que él era el principal opositor a la ley en cuestión y que incluso provocó las elecciones anticipadas de 2015 para bloquearla.
¿Y ahora?
El primer ministro indicó que no dimitiría si era acusado oficialmente. La ley tampoco le obliga a hacerlo.
Tras dos elecciones legislativas, una en abril y otra en septiembre, los líderes políticos no lograron formar gobierno, por lo que Netanyahu sigue siendo primer ministro.
El político deberá dejar el cargo si es condenado y agota todos los recursos judiciales para evitar la condena, lo cual puede llevar años.
Pero la decisión de la Justicia podría complicar sus planes de seguir en el poder.
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