PUNTO DE ENCUENTRO

Perdonen pero disculpen

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No pasaron 24 horas de la conferencia de prensa de la fiscal general Thelma Aldana y del comisionado Iván Velásquez cuando un grupo de poderosos empresarios había convocado también a una conferencia de prensa para fijar su postura sobre los señalamientos vertidos respecto del financiamiento electoral ilícito (por al menos 15 millones de quetzales) que, según afirmaron, le dieron al partido FCN Nación en la pasada campaña electoral.

A la admisión del “error” —como lo calificaron— le siguió una retahíla de justificaciones sobre la razón —según ellos atendible— por la cual lo cometieron, que en dos platos fue salvar a Guatemala de un gobierno más nefasto que el de Jimmy, en caso eso fuera posible.

Razón que supongo sería la misma que esgrimirían si se les estuviera investigando por cualquiera de las otras campañas electorales en las que su actuar fue exactamente el mismo que en la de 2015. Porque si de asumir culpas en materia electoral se trata, estos señores deberían hacer un mea culpa bastante más amplio y profundo, porque son ellos los principales responsables de la cooptación y la debacle del sistema político nacional y de las nefastas consecuencias que eso nos ha traído. Y no hablo de ninguno de los otros pecados que han cometido en nombre del “amor a la patria” y la “defensa del desarrollo”.

Y que quede claro que de lo que se les señala no es de la entrega del dinero, sino de su ocultamiento, y eso está contemplado como delito en el Código Penal. Y aunque no les guste a los señores, eso no es un error involuntario, sino un mecanismo recurrente para garantizar el control de la cosa pública cada 4 años. Además es preciso recordar que fueron ellos y sus millones los que abrieron la puerta del financiamiento electoral ilícito que luego se amplió a los dineros de los cárteles de la droga y otros grupos criminales que hoy dominan la escena política nacional.

Así que me disculpan los señores empresarios y quienes les alaban, pero para mí lo que hicieron no es ningún acto de valentía sino una reacción obligada ante las circunstancias y eso no se aplaude ni se agradece. Es más, resulta bastante extraño ese margen de maniobra que les permitieron la Cicig y el MP cuando lo que correspondía era presentarlos ante el juez para que sean juzgados por los delitos cometidos. ¿Qué aureola tienen estos señores que se libraron de los mecanismos utilizados en los últimos dos años para capturar a los señalados por casos de corrupción aun y cuando se hubieran presentado a “colaborar” con la justicia? No es necesario que me respondan la pregunta.

Lo que les toca ahora es enfrentar la justicia y que se siente un precedente suficientemente contundente para desterrar la práctica del financiamiento ilegal como estrategia de captura y cooptación del Estado. Nunca como hoy queda tan claro el concepto de Redes Político-Económicas Ilícitas (RPEI) cuyo fin es la preservación de un sistema que perpetúe la desigualdad y los privilegios, aunque en la declaración pública haya todo tipo de justificaciones y encima osen decir que dieron el dinero “sin esperar nada a cambio”.

Pensemos un momento en la prisión que están guardando muchos líderes de pueblos y comunidades indígenas que se han opuesto a los proyectos que impulsan o de los que son dueños estos señores empresarios y eso les ha valido cárcel y persecución.

¿Y qué decir del señor Jimmy Morales? Las palabras sobran cuando se le escucha decir en un acto rodeado de militares que “si quieren pueden aplaudir”. ¿Hay algo más patético que negarse a asumir la verdad cuando hasta sus financistas ya la admitieron?

@MarielosMonzon

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