Los departamentos donde se registraron los mayores hechos de violencia fueron Chinandega, Granada, León, Managua, Masaya y Rivas en el Pacífico, así como Estelí y Matagalpa en el norte.
Mientras en las ciudades de Masaya y San Juan de La Concepción los enfrentamientos se mantenían al amanecer de este sábado, en Matagalpa la población celebró la expulsión de fuerzas de choque oficialistas, conocidas como “turbas”, de la Juventud Sandinista, y de la Policía Nacional.
Aunque los pobladores de las diferentes ciudades reportaron decenas de heridos de bala, disparadas supuestamente por la Policía, hasta ahora no se han confirmado víctimas mortales.
La Alcaldía de Managua reportó que su delegación al este de la ciudad fue incendiada por “vándalos de la derecha”, mientras que los vecinos señalaron que el fuego fue planificado por la Juventud Sandinista y mostraron vídeos en los que trabajadores de la municipalidad aparecían sacando muebles y documentos de la sede antes del incendio.
En San Juan de La Concepción, a 29 kilómetros al sureste de Managua, fueron quemados varios edificios públicos, así como la sede local del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), mientras que en Granada fue calcinado un camión cisterna, con señalamientos y circunstancias similares a las de Managua.
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La de anoche fue una de las jornadas más violentas desde que iniciaron las protestas, e inició mientras los nicaragüenses celebraban el ultimátum de tres días lanzado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) al Gobierno para que cesara la represión e iniciar un diálogo nacional que saque al país de la crisis sociopolítica que atraviesa.
Presión
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) exhortó a Ortega a permitir el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “para investigar y aclarar las muertes y desapariciones de nicaragüenses” como un gesto positivo” antes de iniciar un diálogo. El gobierno debe responder a la jerarquía católica antes del lunes a mediodía.
Los clérigos también instaron a Ortega a dar “signos creíbles de su voluntad de diálogo” y para ello le demandaron eliminar “los cuerpos paramilitares y fuerzas de choque que intimidan coaccionan y agreden a los ciudadanos”.
Ortega aceptó anoche las condiciones de la CEN, pese a lo cual los ataques policiales comenzaron minutos después.
Este sábado Nicaragua cumple 25 días de una crisis originada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Ortega, que iniciaron con protestas en rechazo a unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a los muertos a causa de la represión.
El Gobierno y el sector privado no tiene fecha de inicio, pero la Conferencia Episcopal (CEN) que participa como testigo y como mediadora, dio plazo hasta el mediodía del lunes para que Ortega dé pasos “creíbles” para la solución de la crisis.
La Universidad Centroamericana (UCA), administrada por los jesuitas, llamó hoy a la comunidad universitaria de Nicaragua a defender “la vida de los estudiantes”, una parte de los cuales se encuentra atrincherado en campus estatales, por temor a represalias, y que todas las noches asediada por las fuerzas del Gobierno.
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