Kamiani salía de su hogar sin permiso para ir a jugar al futbol en la canchita de tierra y lodo en El Dorado, Sinaloa, México, y por esa razón sus progenitores debían comprarle zapatos nuevos constantemente.
Su anhelo toda la vida fue ser un futbolista profesional y lo consiguió, pero jamás se imaginó que recibiría el abrazo de Guatemala.
“No me pasaba por la mente nada de eso, y hoy que estoy acá después de tantos años -11-. Solo puedo decir que es una bendición enorme que siento en mi corazón jugar en el futbol guatemalteco”, señaló.
El Apertura 2018 le abre un nuevo capítulo al artillero, y lo tendrá que escribir vistiendo la camisola de Xelajú MC tras decir adiós a Municipal. Si el orden del trato se mantiene, jugará un año con los chivos.
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“La verdad, solo me hace falta la firma con Xelajú MC; los detalles se han cumplido, en especial en el tema del contrato. Después de estampar la firma, daré la noticia de la vinculación con los quetzaltecos”, agregó.
Además del futbol y los goles que caracterizan al artillero, dejó claro que su vida en Guatemala va más allá. Cada día disfruta de las tradiciones del país y sufre con los problemas que le afectan.
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De esa cuenta, manifestó estar consternado por la tragedia del Volcán de Fuego, y ayer salió de su casa a comprar víveres e hizo una donación para las familias afectadas.
“La verdad, qué triste lo que estamos pasando. Aquí vivo. Mis hijas son guatemaltecas. Estoy sin palabras. Veo las imágenes y me destroza el corazón. Hay que pedirle mucho a Dios por las familias. Sabemos que no podemos hacer nada contra la naturaleza, solo puedo decir que les mando todas mis bendiciones”, expresó el sinaloense.
“Soy un guatemalteco más y no puedo dejar de elogiar a este país que me abrió las puertas. Mi nacionalidad es mexicana, pero aquí está mi vida”, agregó Kamiani.
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El mexicano ha vestido los colores de la Universidad de San Carlos de Guatemala —2007-2016— y de Municipal —2016-2018—. La carrera en el futbol la inició en la liga de ascenso en México, con el Altamira.
El jugador de 33 años confesó también que es amante de los platillos guatemaltecos, como pepián, revolcado, caldo de res y chuchitos.
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