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La grave relación entre desnutrición y discapacidad en la niñez de La Unión, Zacapa

La desnutrición y la falta de micronutrientes en la dieta son un factor de riesgo asociado de la discapacidad, al menos así lo demuestra un estudio presentado ayer, realizado en cuatro comunidades de La Unión, Zacapa, una de las áreas más impactadas del Corredor Seco.

El estudio tomó como muestra la población de La Unión, Zacapa, y estableció que existe el riesgo de discapacidad por la falta de nutrientes en la alimentación de los niños y niñas menores de 5 años. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

El estudio tomó como muestra la población de La Unión, Zacapa, y estableció que existe el riesgo de discapacidad por la falta de nutrientes en la alimentación de los niños y niñas menores de 5 años. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

En el municipio de La Unión, en Zacapa, hay 383 niños entre 0 a 5 años, en el casco urbano y en las aldeas Tasharté, Roblarón y Roblarcito, lugares en donde conviven en un contexto de pobreza, el cual los expone a la desnutrición, condición que aumenta el riesgo de padecer alguna discapacidad.

 

Este es la conclusión a la que llegó el estudio Registro de Niñas y Niños con Discapacidad y Desnutrición como Factor de Riesgo Asociado, elaborado por Kaja Consultores y la Asociación Gente Pequeña. En el informe se destaca el hallazgo de seis niños con discapacidad y 50 casos de desnutrición aguda en las cuatro aldeas bajo análisis.

Se eligió estas comunidades porque son parte del Corredor Seco, una zona afectada por la desnutrición crónica y aguda, pero su situación se ha invisibilizado, según los autores del informe. En estas áreas también se encontraron secuelas del Zika en la población infantil y se priorizó el grupo de 0 a 5 años porque es una etapa crucial en el crecimiento de los niños.

La condición de pobreza en que vive la población es el detonante de este sombrío panorama. En Guatemala, seis de cada 10 personas tienen carencias y privaciones que le impiden satisfacer sus necesidades básicas, pero en el caso de las comunidades de La Unión la situación es más extrema.

Sebastián Toledo, director del Consejo nacional para la atención de personas con discapacidad -Conadi-, refiere que la discapacidad va de la mano de la pobreza y que está relacionada con la desnutrición, como dice el estudio.

En el país cerca de 1.6 millones de guatemaltecos tienen algún tipo de discapacidad, de acuerdo con la Segunda Encuesta Nacional de Discapacidad (ENDIS, 2016).

La Unión, Zacapa, es parte del Corredor Seco y una de las áreas más golpeadas por la sequía y detona en inseguridad alimentaria. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Resultados

Entre los hallazgos se encontró que la única fuente de empleo de las familias es la cosecha de café, principalmente en el Roblarón, actividad que dura tres meses, entre noviembre y enero, lo que limita a la población a tener recursos económicos para el resto del año. De esa cuenta, no tienen la posibilidad de una dieta equilibrada.

Al momento de recoger los datos se evidenció que la alimentación de los niños está basada en el consumo de frijol y maíz. La proteína llega de vez en cuando a través del consumo de huevos y carne de pollo, mientras que el consumo de verduras y frutas es limitado.

La falta de micronutrientes, según Daniel Quisquinay, uno de los autores del estudio, tiene relación con el desarrollo cognitivo, físico y psicosocial de los niños y niñas.

Según el informe, deficiencias de grasas y ácido grasos y esenciales puede causar déficit de atención con hiperactividad y otros trastornos disruptivos. Mientras que la deficiencia de hierro provoca anemia, alteraciones en diferentes estructuras encefálicas y diversas funciones cognitivas, motoras y neuropsicológicas.

La deficiencia de zinc causa retardo del desarrollo físico intelectual y daño cerebral. Es la causa más frecuente de hipotiroidismo congénito. La falta de vitamina A puede causar trastornos de desarrollo intelectual y alteraciones en el metabolismo cerebral.

“No es solo daño cognitivo, el daño va más allá de la baja estatura, también es psicomotriz, físico y psicosocial”, dice Quisquinay.

El total de la población infantil del Roblaron, según el estudio, está en riesgo de adquirir una discapacidad relacionada con la mala nutrición, mientras que al extenderse a las tres comunidades, está se reduce a la mitad. A esto se suma que los casos de diarrea y enfermedades respiratorias van en aumento.

Entre los hallazgos del estudio también destaca que en las tres comunidades estudiadas no dan tratamiento al agua para consumo, algunos no tienen acceso a energía eléctrica y debido a las condiciones de pobreza los padres de familia migran ya sea a otro departamento, a la capital o hacia Estados Unidos en busca de empleo.

Para capturar los datos presentados en el informe se utilizó la aplicación para teléfonos inteligentes denominada Movilizándome. Esta se instaló en los teléfonos del personal del centro de salud de La Unión, en la cual anotaron los datos de cada niño, sus condiciones de vida, los alimentos que consumen y permitió la geolocalización de los 383 casos.

El objetivo del informe es que esta aplicación sea utilizada en otros municipios y que se utilice para recabar información sobre la desnutrición, sin embargo, después de varios acercamientos con Consejo Comunitario de Desarrollo y con Consejos Municipales de Desarrollo aún no han encontrado la disposición para replicarla.

Problema cognitivos

La desnutrición es la falta de todos los nutrientes, según el médico Ramiro Quezada, especialista de Salud y Nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En relación a los hallazgos del estudio y consultado al respecto por Prensa Libre, el experto menciona que la desnutrición crónica está relacionada con la discapacidad cognitiva, pues en los dos primeros años de vida el cerebro se desarrolla, y al no tener la alimentación adecuada puede llevar a que las neuronas no se reproduzcan adecuadamente, y la función cerebral de la persona está limitada, lo que puede llevar a una discapacidad.

Problemas de audición, de visión, así como espina bífida no están relacionadas con la desnutrición, a criterio de Quezada, sino con la carencia de algunos micronutrientes. Por ejemplo, la anemia, es una deficiencia de hierro.

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