ESCENARIO DE VIDA

Tierra de nadie versus parque de todos

Hace tan solo unos meses, el Parque Nacional Laguna del Pino era tierra de nadie, lo que podemos comparar con el viejo oeste. A este parque, localizado en el departamento de Santa Rosa, todo el mundo entraba como “Pedro por su casa” y   hacía lo que a cada quien se le antojara dentro del parque. Sin contar con puertas para el ingreso, particulares introducían vacas, y caballos o especies exóticas y el desorden era tan grande que se estaba convirtiendo en una real pesadilla con una delincuencia desbordante.

Hoy, la historia para el Parque Nacional Laguna del Pino ha cambiado radicalmente. A partir del 22 de agosto del 2017, el Instituto Nacional de Bosques (Inab) tomó las riendas del parque para cambiar ese panorama turbio y asumió su administración. Esta área protegida tiene rango de Categoría 1 en el Reglamento de la Ley de Áreas Protegidas. En el Parque se identifican dos grandes rasgos naturales que son el espejo de agua de la Laguna del Pino y zonas boscosas en donde se encuentran árboles de pino, rodales de Eucalipto y Casuarina.

La Categoría 1 nombra un lugar como parque nacional y/o reserva biológica a las áreas relativamente extensas, esencialmente no tocadas por la actividad humana, que contienen ecosistemas, rasgos o especies de flora y fauna de valor científico y/o maravillas escénicas de interés nacional o internacional. El Parque Nacional Laguna del Pino cuenta con una extensión de 73 mil hectáreas donde está prohibido cortar, extraer o destruir cualquier espécimen de flora silvestre y cazar, capturar o realizar cualquier acto que lesione la vida o la integridad de la fauna silvestre. En ningún momento, estas áreas de biodiversidad declaradas Parques Nacionales se pueden privatizar, y si se habla de ello, son simplemente rumores: no verdades.

El Parque Nacional Laguna del Pino, que hoy es administrado por el Ministerio de Agricultura a través del Inab, fue declarado parque nacional con base en el acuerdo presidencial del 26 de mayo de 1955 y fue uno de los cinco primeros parques nacionales del país. Hoy el objetivo es proteger su biodiversidad y también resguardar la seguridad de quienes lo visitan. La nueva administración ha puesto tarifas para la entrada, a un costo de Q3 por adulto y Q1 por niño, lo que ayudará a cubrir costos de administración y ha restringido el acceso de vacas y otros animales para evitar el pastoreo dentro del parque.

Con una nueva contratación de personal, guardarrecursos, agentes privados de seguridad, agentes de Diprona y Policía Nacional Civil, ahora el Inab brinda más seguridad a los turistas, y una mejor protección de la fauna y de los recursos forestales e hídricos que encontramos en el parque. A partir del 2 de julio de este año, las oficinas de la dirección subrregional de Santa Rosa se trasladaron a dicho parque y entre las instituciones que están coordinando con el Inab se encuentran el MARN, el Conap, la Gobernación de Santa Rosa, y las municipalidades de Santa Cruz Naranjo y Barberena.

Justamente visité el Parque Nacional Laguna del Pino hace unos días y, al estar grabando el programa de televisión Los Secretos Mejor Guardados, disfrutamos de una extraordinaria paz y relajamiento. Créanme amigos lectores, a tan solo 50 km de la ciudad encontramos un paraíso, cuyo principal atractivo es su espejo de agua, la fauna, remanentes boscosos de la zona y los servicios de churrasqueras, kayaks, ranchitos para el disfrute y caminatas por el bosque. Se permite nadar en la laguna, esquiar o hasta acampar. Se acabó la fiesta para cualquier clase de delincuencia, y empieza una nueva era de paz para la Laguna del Pino. Felicitaciones al Inab.

vidanicol@gmail.com

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