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La historia de Myriam, una niña que creció en medio de la guerra de Siria

Myriam Rawick, una niña de apenas 13 años cuenta en su libro "El diario de Myriam", cómo vivió la guerra de Siria y cómo a su corta edad ya conocía lo que es la muerte.

Myriam, la pequeña de 13 años cuenta la historia de cómo sobrevivió a la guerra de Siria. (AFP)

Myriam, la pequeña de 13 años cuenta la historia de cómo sobrevivió a la guerra de Siria. (AFP)

“Tengo 13 años. Crecí rápido, demasiado rápido. Sé reconocer las armas, sé reconocer las bombas. (…) Pero principalmente sé lo que es la muerte, la pérdida de las personas que se aman y el miedo a morir”, así concluye Myriam su diario, un relato de la guerra en Siria que impactó a Brasil.
Myriam Rawick nació en Alepo, en Jabal Saidé, “un barrio que no existe más”, pero que la vio crecer y en el que fue testigo de la desolación y los horrores que deja la guerra.

 
Una niña siria espera a ser evacuada junto a su familia de los campos de refugiados.  (EFE)

Sus vivencias, sus miedos, sus esperanzas y sus recuerdos están plasmados en un diario que comenzó a escribir a los ocho años por sugerencia de su madre y que fue convertido en un libro, lanzado este mes en Brasil por petición de escolares que supieron de la historia y pidieron que se tradujera al portugués y se publicara.

Los registros de Myriam sobre su vida en medio de la guerra de Siria comprenden un período de cinco años (2011-2016), época en la que vio desaparecer su hogar por las bombas y en la que el 70 % de Alepo, una de las ciudades más antiguas del mundo, fue destruida en un abrir y cerrar de ojos.

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Así inició a contar su historia

En los últimos siete años, la guerra de Siria ha dejado cinco millones de refugiados y más de 400.000 muertos, entre ellos cientos de niños que han fallecido víctimas de ataques químicos y de atentados suicidas.
En medio de ese caos y esa desolación, esta pequeña, que fue refugiada en su propia ciudad junto con su familia, conoció en 2016 al periodista francés y corresponsal de guerra Philippe Lobjois quien descubrió su historia y le ayudó a plasmarla en un libro (Le journal de Myriam o El diario de Myriam en su traducción a español) cuya primera edición fue impresa y publicada en Francia un año después.

Niños refugiados que esperan ser trasladados por la guerra.  (EFE)

Las fronteras no existen cuando las historias dejan huella y eso ocurrió con la de Myriam, cuya historia llegó de una manera poco usual al gigante suramericano.
Ella y su libro fueron conocidos en Brasil por Juca, un periódico virtual para niños y jóvenes que es consultado principalmente desde las escuelas.

La historia de esta niña siria fascinó a cientos de estudiantes brasileños y especialmente a los de una escuela del municipio de Osasco, en el estado de Sao Paulo.
Ansiosos por conocer todas las anécdotas que Myriam había plasmado en su libro, enviaron cartas al periódico pidiendo su traducción al portugués para poder leerlo.
Ellos no lo sabían, pero los derechos ya habían sido adquiridos por una editorial brasileña y el libro sería una realidad.

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El éxito de su libro

Un año después de haber sido publicado en Francia, “O diario da Myriam” se acaba de lanzar en Brasil.
Lobjois, quien es el coautor del libro, nunca imaginó que el segundo país donde se publicaría la historia de Myriam sería el gigante suramericano.

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“En Francia el libro fue publicado el 24 de mayo de 2017 y en esa época ni se pasó por nuestra mente que un año después estaríamos en Brasil. Nunca imaginamos la receptividad del público, en especial, la de esos niños en Sao Paulo. Tengo mucho orgullo. No imaginé que la historia fuera tener esa dimensión”, aseguró a Efe.

Lobjois, quien ha cubierto las guerras de Kosovo y Afganistán, entre otros conflictos de Medio Oriente, nunca pensó que terminaría escribiendo sobre los niños en la guerra.

Armas en lugar de juguetes

Si embargo, la realidad lo llevó por otro camino. Cuando el periodista estuvo en Afganistán en 1995 vio cientos de niños mutilados por las denominadas “minas mariposas” que fueron enviadas al país en la guerra con los rusos.

Menores esperan ser atendidos por médicos a causa de las secuelas de la guerra.  (EFE)

“Esas minas son pequeñas y como giran en el aire, los niños piensan que son juguetes y quieren agarrarlas y, cuando lo intentan, pierden varios de sus dedos. Sin los dedos, ya no pueden usar un arma. Desde esa época, yo milito por el hecho de que los niños no estén en las guerras. Ellos deben ser protegidos”, precisó Lobjois.
Myriam es una especie de símbolo para Lobjois. Para él, “ella no fue destruida por la guerra” pero es una niña que creció demasiado rápido. “Ella tiene una verdadera sabiduría y mira al futuro con esperanza”.

Cuando el régimen de Bashar al-Asad, apoyado por los rusos, logró apartar a los grupos de yihadistas, terminaron las hostilidades en Alepo y Myriam pudo volver a su ciudad natal.
Myriam tuvo suerte. Aunque la guerra le robó buena parte de su infancia y cambió las muñecas por una pluma para narrar su historia, es una niña que emana luz, ella aún “brilla”.

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