Según estos documentos oficiales, cuyo contenido recoge este viernes el diario mexicano “El Universal” el Departamento de Estado, entonces encabezado por Hillary Clinton, envió en diciembre del 2009 a sus representaciones en Ciudad de México y Monterrey un cuestionario clasificado como secreto.
En él se pidió información sobre
López Obrador; el entonces jefe de Gobierno de
Ciudad de México, Marcelo Ebrard; Alejandro Encinas (quien ejerció como mandatario interino de la capital), y Juan Ramón de la Fuente, entonces rector de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM).
“¿Hasta qué grado estos individuos trabajan juntos o se están socavando mutuamente? ¿Cuánto apoyo tienen dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y entre los partidos izquierdistas más pequeños?”, preguntaba el texto, redactado por la directora de operaciones de la Oficina de Inteligencia del Departamento de Estado, Elissa G. Pitterle.
Además, El Universal se hace eco de otro cable confidencial elaborado en mayo del 2009 por la ministra consejera política de la embajada estadounidense en México, Leslie A. Bassett, en que relató los posicionamientos de
López Obrador en política exterior.
En otro reporte fechado en agosto de 2006, poco después de que
AMLO perdiera las elecciones presidenciales frente a Felipe Calderón, Bassett describió la personalidad del izquierdista, basándose en una entrevista con la historiadora Alejandra Lajous.
La historiadora “lo describió como insular en sus puntos de vista, convencido de que está en lo correcto y reacio a exponerse a críticas potenciales”, expuso el documento, en el que también se destacaba la capacidad de convencimiento del político.