Mientras tanto la Cancillería guatemalteca aún no ha establecido cuántos de estos menores de edad pendientes de ser reunificados con sus padres son guatemaltecos.
El departamento de Comunicación indicó que no pueden ofrecer un dato puesto que no se ha hecho la recopilación de nombres y edades de los menores. Precisó que en los albergues “hay muchos” niños de todas nacionalidades, entre ellos guatemaltecos.
No se cumplirá con orden de juez
Abel Núñez, director del Centro de Recursos de Centroamérica (Carecen), consideró que los niños cuyos padres ya fueron deportados son los que enfrentarán mayores problemas para la reunificación.
En Guatemala se conocen los casos de Filomena Jacinto, cuyo padre Nasario Jacinto se encuentra en San Juan Ixcoy, Huehuetenango; el de Leo de León que se encuentra en Nueva York mientras su madre, Lourdes de Leon está en San Pablo San Marcos y el de Elsa Johana Ortiz que su hijo, Anthony, también está en aquel país.
“Dicen que los van a tratar de reunir, pero el cómo es el problema porque los padres no tienen la capacidad de venir a los Estados Unidos, muchos son de escasos recursos”, precisó Núñez, quien añade que cuando se implementó la política Tolerancia Cero el sistema no estaba preparado.
Núñez indicó que “no está claro” qué hará la Corte en caso no se complete la reunificación del total de familias.
En Guatemala el secretario ejecutivo de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal, Juan Luis Carbajal, tampoco cree que sea posible la reunificación del total de familias debido a que el mismo gobierno estadounidense, pareciera, no tienen los datos certeros, lo cual calificó de “lamentable”.
Añadió que la semana pasada durante una reunión sobre migrantes en Panamá en la que se denunció las políticas del gobierno de EE. UU., funcionarios del Departamento de Estado de ese país no pudieron responder cuál es la información certera de cuántos niños y niñas serán reunificados y dónde estaban ubicados.
“Si no se cuenta desde un inicio con información certera pues es muy difícil saber a cuántos niños van a reunificar, en dónde y con quiénes”, apuntó Carbajal.
Separación
Con el objetivo de disuadir la migración ilegal, entre mayo y junio mientras estuvo vigente la separación de familias como parte de la política Tolerancia Cero, el gobierno de Donal Trump, por medio de la Patrulla Fronteriza separó a cerca de tres mil niños de sus padres que habían ingresado de manera ilegal al país.
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El 20 de junio luego de las críticas que se habían desatado en todo el mundo Trump dio marcha atrás con esa medida; desde entonces su gobierno ha enfrentado la ardua tarea de encontrar a los padres y madres para entregarles a sus hijos, en muchos casos se trata de menores que aún no puede hablar.
Caos
En Estados Unidos, la organización defensora de los derechos civiles Texas Civil Rights Project (TCRP) advirtió que el proceso de reunificación de los menores migrantes separados de sus padres en la frontera “no está siguiendo ningún plan”, lo que genera confusión y nerviosismo entre las familias.
El director de Justicia Racial y Económica de TCRP, Efrén Olivares, asegura que “desde el comienzo” de estas reunificaciones los niños son entregados en el mismo estacionamiento de los centros de detención, como el de Port Isabel (Texas), o directamente en los vehículos, es decir, sin un procedimiento fijo.
“Incluso a una mamá le entregaron una niña que no era la suya y tuvieron que rectificar. Quisiera ser optimista y pensar que van a lograr reunificar a todos los niños, pero ellos mismos ya han reconocido que no van a cumplir con la totalidad de la orden”, explicó Olivares en una entrevista con la agencia de noticias EFE.
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