ECONOMÍA
Por qué el alto número de emprendimientos en Guatemala es una noticia agridulce
La tendencia hacia el alza en los niveles de emprendimiento y la tendencia hacia la baja en la calidad de estos es un reflejo de la ausencia oportunidades de empleo formal que afronta la economía guatemalteca.
Los hermanos Cristina y Javier Vides Llarena, son emprendedores propietarios de la cafetería "En un dos por Crepes". Un 74.5% de los emprendedores guatemaltecos tiene entre 18 y 44 años de edad, según el GEM 2017-18. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)
Los resultados arrojados por el Monitor Global de Emprendimiento 2017-2018, elaborado por el Centro de Emprendimiento Kirzner de la Universidad Francisco Marroquín, confirman una tendencia al alza en la TEA (siglas en inglés de Tasa de Emprendimiento Temprano), indican que, luego de ubicarse en un 12.3% en 2013 alcanzó un 24.7% en 2017.
Esto significa que en términos de personas, Guatemala pasó de tener 900 mil emprendedores en fases tempranas en 2013 a 3.7 millones en 2017. Estos resultados ubican al país como el segundo con mayores niveles de emprendimiento temprano del mundo (de los 54 países que participaron en el estudio).
Baja escala
A pesar de los altos niveles de emprendimiento que se reportan en Guatemala, los negocios que se desarrollan son de baja escala. Más de la mitad (56.5%) se inicia con una inversión inicial inferior a diez mil Quetzales y generan en promedio 1.2 empleos.
Asimismo, casi 3 de cada 4 negocios pertenece al sector económico del consumo, una actividad económica en donde existe un rápido retorno a la inversión realizada, pero en donde se agrega el poco valor y en escalas pequeñas existe un bajo margen de diferenciación.
El 73.2% de los emprendedores no ha registrado su negocio y no lo hace porque no ven beneficios (37%) y porque nadie más lo hace (32%). Operar en la informalidad reduce las posibilidades de que el negocio crezca, ya que impide que acceda al mercado financiero formal y que exporte sus productos y servicios al extranjero.
Descargue aquí el estudio completo Monitor Global de Emprendimiento 2018 para Guatemala, de la UFM
El simple hecho de ser emprendedor hace que las personas tengan una mayor probabilidad de ser víctimas de robo o asalto. Un emprendedor es víctima de robo o asalto 1.2 veces más que un guatemalteco no emprendedor.
Cuando un emprendedor es víctima de un crimen, el costo de ese lamentable incidente equivale al 31.3% de la inversión con la que más de la mitad arrancó su negocio. La inseguridad desincentiva que los emprendedores hagan visibles sus negocios y provoca que aquellos que cobran notoriedad deban destinar recursos para protegerse.
Limitado financiamiento
El GEM recoge las percepciones de expertos acerca de las características del entorno institucional y cultural en donde se desarrolla la actividad empresarial a través de la Encuesta Nacional a Expertos (NES por sus siglas en inglés -National Expert Survey-). Los expertos entrevistados en NES consideran que en Guatemala son limitadas las fuentes de financiamiento para los negocios nuevos. Siendo el endeudamiento bancario (34%) y el capital propio (13%) las fuentes calificadas como más accesibles.
Fuentes de financiamiento como Ángeles Inversionistas (6%), Capital de Riesgo (3%), y Bolsa de Valores (0%) se perciben como poco accesibles para dar apoyo a negocios nuevos y en crecimiento. Al ordenar la calificación de los expertos de los 54 países que participaron en el estudio, se encuentra que en esta categoría Guatemala es el país peor calificado.
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Más del 50% de los clientes de los emprendedores se ubica en su comunidad, pueblo o aldea. Únicamente el 9% tiene clientes en otros departamentos del país.
La limitada conectividad que tienen los emprendedores entre aldeas, municipios y departamentos, restringe el mercado al que tienen la posibilidad de servir. El 80% de los expertos entrevistados en el NES considera que la Infraestructura Física es inadecuada para promover el desarrollo de nuevos negocios y el crecimiento de los establecidos.
Las características anteriormente mencionadas han estado presentes en los emprendedores desde 2009, año en que se realizaron mediciones por primera vez, la principal diferencia se encuentra en la creciente cantidad de emprendedores.
Opción ante la falta de empleo
La tendencia hacia el alza en los niveles de emprendimiento y la tendencia hacia la baja en la calidad de estos es un reflejo de la ausencia oportunidades de empleo formal que afronta la economía guatemalteca.
En Guatemala, a lo largo del 2017, los resultados de las tres Encuestas Nacionales de Empleo e Ingreso -ENEI- elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística -INE-, estimaron que en promedio 6.7 millones de guatemaltecos se encontraban ocupados, de los cuales únicamente dos millones laboraba en una actividad económica formal, que representa el 30% de la población ocupada.
Laborar en la formalidad implica ser un trabajador asalariado en una empresa con más de seis trabajadores o ser un técnico o profesional que trabaja por su propia cuenta). Desde 2002 (año más antiguo para el que se tiene esta medición) la proporción de empleo formal en Guatemala era alrededor del 30%, situación que no ha cambiado en la actualidad, lo que evidencia la incapacidad que ha tenido el país de generar suficientes oportunidades de empleo.
A finales del año 2016 alrededor de 150 mil jóvenes culminaron sus estudios a nivel diversificado (total de graduandos evaluados en 2016 por el Ministerio de Educación), no obstante, a lo largo de 2017 únicamente se crearon 13 mil plazas de empleo formal (cantidad en que aumentó el número de afiliados al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social de 2016 a 2017).
Las oportunidades de empleo en donde los trabajadores puedan obtener los beneficios que otorga el Código de Trabajo son tan escasas en el país, que para los jóvenes que se gradúan a nivel diversificado son meras aspiraciones. En 2017 habían 2.8 millones de jóvenes (15-29 años) ocupados, de los cuales el 31.6% se ocupaba en una actividad económica formal.
Urgen acciones agresivas
Entre 2012 y en 2017 los distintos gobiernos de turno apoyaron el desarrollo de políticas de empleo (2012 y 2017) y emprendimiento (2015), cuyo objetivo primordial era la creación de oportunidades de empleo formal y la mejora del ecosistema emprendedor.
A esto se suma que en 2018, el gobierno actual lanzó la Política Nacional de Competitividad 2018-2032, en donde se traza el objetivo de crear 8.5 millones de empleos formales para el año 2032, liberando las principales restricciones que enfrenta el país para ser competitivo.
No obstante, la generación de empleo y la creación de condiciones para el desarrollo del emprendimiento no termina de consolidarse como una de las principales preocupaciones para el gobierno actual.
Para que generación de oportunidades sea una realidad es necesario implementar acciones concretas y contundentes de corto, mediano y largo plazo, entre las cuales se incluyan la flexibilización del mercado laboral, atracción de nuevos proyectos productivos en actividades capaces de generar empleo de forma masiva, aumentar y mejorar las oportunidades de formación y capacitación para la población guatemalteca, simplificar y reducir los costos para registrar y operar negocios en la formalidad, brindar certeza jurídica a las actividades económicas, entre otras acciones urgentes.
Guatemala tiene más de dos décadas en donde su economía crece a un ritmo insuficiente (3.5% en promedio) para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
Esa situación que refleja la ausencia de consensos para implementar una agenda económica de largo plazo, con acciones agresivas, específicas y sostenidas en donde se creen oportunidades para que los emprendedores establezcan negocios con mayores posibilidades de crecer y consolidarse; y aquellas personas que deseen generar ingresos de otra forma puedan acceder a un empleo formal.
Sobre el GEM
Desde el año 2009 el país cuenta con mediciones estandarizadas de su actividad emprendedora, elaboradas por el Monitor Global de Emprendimiento (GEM por sus siglas en inglés -Global Entrepreneurship Monitor-).
Fue fundado en 1997 por las universidades pioneras en el estudio y enseñanza del emprendimiento Babson College y London Business School. En el ciclo 2017-2018 participaron 54 países en la medición (que en su conjunto contribuyen al 86% del Producto Interno Bruto -PIB- mundial y representan el 68% de la población del mundo), siendo realizada en Guatemala por el Centro de Emprendimiento Kirzner de la Universidad Francisco Marroquín.
* David Casasola es director del Monitor Global de Emprendimiento GEM de la UFM.
Este artículo fue publicado en exclusiva por la edición de Prensa Libre del domingo 5 de agosto de 2018, y replicado solo para los suscriptores de Hablemos de Dinero.