CON NOMBRE PROPIO

Las falsas indignaciones

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El Sistema Penitenciario es, sin temor a equivocarme, la más precaria de las todas las instituciones públicas. Gobiernos pasan y no logran hacer nada porque no existe voluntad política.

No se requiere ser experto en Derechos Humanos para percatarse que las condiciones de los centros detención no son dignas —Mariscal Zavala incluido—. Como hemos vivido y forjado un país donde buena parte de su élite ha cosechado el prurito “de los derechos humanos es para delincuentes y comunistas”, la sociedad es ajena a las violaciones constantes a sus propios derechos y casos vemos por granel.

Uno de los párrafos del informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico que, por lo menos en mi cabeza me da vueltas desde 1999 fue —parafraseándolo— “ninguna de las partes (gobierno y guerrilla) se consideraron vinculados a norma alguna de derecho”.

Una sociedad con dos bandos enfrentados sin límites nos enfermó a todos, pero ahora, en pleno siglo 21, no hay ganas de curarse.

Murió el exdiputado Manuel Barquín, quien enfrentaba un proceso muy serio en torno a lavado de dinero con la colaboración de la banca central. Al escucharse la noticia, el vicepresidente del Congreso, Felipe Alejos, colocó este mensaje en tuiter: “Flagrante Violación a los Derechos Humanos. El Ex Diputado Manuel Barquín NO falleció, lo Mataron y la responsable tiene nombre y apellido Jueza Ericka Aifán”. Si esta es la declaración de un vicepresidente del Congreso, en menudo problema nos encontramos en torno a los derechos humanos, sobre todo cuando él por su cargo tiene limitaciones legales para referirse de esa forma a un funcionario de otro organismo del Estado y cuando una denuncia de este tipo no debe hacerla en tuiter, además el Sistema Penitenciario y el sistema Judicial tienen cientos de problemas porque gente como él no tiene voluntad política para forjar cambios significativos.

La prisión provisional es un lastre del sistema Judicial, muchos lo hemos dicho, pero gente como Felipe Alejos y tantos otros en el Congreso toda su vida han repetido el estribillo de que ese discurso de Derechos Humanos es para delincuentes y comunistas, y cuando se les han presentado las quejas les importa un rábano porque jamás se sienten vinculados a norma alguna de derecho, por si fuera poco, el propio Felipe Alejos atrasa el antejuicio en su contra por cualquier medio y sin pudor, para él la justicia le es ajena.

La semana pasada el presidente de la Corte Suprema de Justicia logró que la corte que él preside otorgara un amparo contra el procurador de los Derechos Humanos, porque éste último señaló que haber retenido a una persona 108 días en prisión, sin ser oído por un juez, constituye una violación al debido proceso. Los mismos que hoy condenan a la jueza Aifán dieron la razón a la posición institucional del Organismo Judicial de defender los 108 días de prisión arbitraria en vez de corregir entuertos. El PDH es un comisionado del Congreso, si los diputados tuvieran una pizca de criterio institucional estarían interesados en conocer por qué un ciudadano puede estar preso 108 días sin ser escuchado por juez, pero no les importa porque, tal como el presidente de la República, lo único en mente de nuestros flamantes diputados son las acusaciones que abundan sobre ellos y por eso sus conflictos de interés son groseros.

Estos diputados al mostrar su falsa indignación le apuestan al 2019. Un 2019 sin Cicig y donde ellos elijan magistrados, así sus procesos quedarán en el olvido y la impunidad, que es su regla, podrá seguir reinando. Además, según ellos, eso de los derechos humanos es para delincuentes y comunistas, quienes gozan del poder no necesitan de esas granjerías.

@Alex_balsells

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