Condena a la Iglesia por encubrir delitos
Delaney carga contra la impunidad generalizada en la Iglesia católica, puesto que al sacerdote “lo habían trasladado previamente de tres parroquias, con sigilo, pese a que sabían que abusaba de niños y era un pedófilo confeso”.
“Honestamente, creo que los seminarios son criaderos de pedófilos. Los pederastas se encuentran en un lugar seguro dentro de la Iglesia. Tienen acceso a niños, y la gente confía en los sacerdotes. Los pederastas se esconden tras sus sotanas y saben que la Iglesia los va a proteger si se meten en problemas”, reflexiona.
Tras más de 15 años trabajando en la organización SNAP, que ayuda a víctimas de abusos sexuales, critica la hipocresía de la jerarquía católica y desconfía de las disculpas vertidas tras el informe en Pensilvania.
“Sabían perfectamente que se estaba abusando y violando a niños, y no hicieron nada. Las oraciones no significan nada. Solo se disculpan ahora porque les descubrieron”, denuncia.
Especialmente frustrado se encuentra con la inacción del papa Francisco: “Tenía esperanzas con este papa, pensé que iba a actuar. Pero solo he visto palabras, más de lo mismo”.
Por eso, a juicio de Delaney, lo más doloroso es el encubrimiento, que considera que “es casi peor que el abuso”.
Como consecuencia de ello, y de que casi todos los casos son demasiado antiguos como para ser juzgados ya que son anteriores a 2000, no habrá justicia para las víctimas.
Aunque sigue rezando la misma oración al irse a dormir, afirma que se ha distanciado del sentimiento religioso.
“No creo en el Dios que la Iglesia católica me enseñó a creer. Dios no estaba a mi lado cuando fui violado. Grité pidiendo ayuda, y no acudió”, señaló.
Contenio relacionado
> “Dios te quiere así, no importa que seas gay”, dice Papa Francisco
>Papa Francisco pide perdón por abusos sexuales
>Relatos sobre abusos sexuales en Iglesia catóica salen a la luz