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El valor que ayer alcanzó el contrato rompe la “barrera psicológica” de los US$100, y está por debajo de los costos de producción para los caficultores nacionales.
“Nos preocupa esta situación, porque no se esperaba tan pronto que disminuyera ese precio”, reconoció Evelio Alvarado, gerente general de la Asociación Nacional del Café (Anacafé), luego de conocer el cierre de la jornada de ayer.
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El directivo confirmó que desde las últimas dos semanas se pudo observar cómo el precio internacional venía con una ligera disminución, que de US$110 pasó a US$105 y luego a US$102, y sorprendiendo con los US$97.25.
Ese valor no se había observado desde junio del 2006, según los registros de la Federación de Cooperativas de Café de Guatemala (Fedecocagua).
La caficultura constituye entre el 2.5% y el 3.5% del producto interno bruto.
Precio insostenible
Sergio Mazariegos, coordinador de la Comisión de Cafés Diferenciados de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), subrayó que con esos precios la actividad caficultora será insostenible, porque los costos de producción que representa son más altos y todo apunta a que la actividad podría “desmotivarse”.
“A menor precio, el incentivo para producir las unidades disminuirá por los costos y puede ser que los caficultores hasta reduzcan sus unidades o abandonen sus áreas de cultivo”, recalcó.
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En todo caso, indicó que, para seguir motivando la producción, los caficultores deben agregar valor, procesos de industrialización y aumentar la competitividad, para conseguir mejores rentas y salir del contrato de la bolsa de valores.
“Guatemala es reconocida por tener calidad de cafés, y no se deben descuidar las plantaciones, sino más bien buscar otras alternativas”, enfatizó.
Mala señal
Gerardo de León, gerente de comercialización de Fedecocagua, aseguró que el mayor impacto para los productores nacionales será para la cosecha del año cafetalero 2018-19, que empieza en cinco semanas.
“Los precios van a impactar en la siguiente cosecha, porque más del 80% del producto ya se había colocado entre vendido y exportado, y lo que queda está por ser colocado en el resto del año”, afirmó.
Las estadísticas de Fedecocagua indican que el precio promedio de venta en la cosecha 2017-18 fue de US$122, y con ese valor “se podría salir de los costos”.
De León enfatizó que el verdadero problema para los productores locales inicia, y un buen porcentaje de las zonas cafetaleras ubicadas a los 750 metros sobre el nivel del mar ya están en cosecha —corte—.
“A corto plazo, no se observa una recuperación de los precios internacionales o una reacción para que los valores alcancen los US$110 o US$120”, afirmó.
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