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Comerciantes incrementarán precio de productos ante prohibición de plásticos en la Usac 

Estudiantes ven positiva la regulación de productos que causan contaminación ambiental, sin embargo; esperan que los alimentos no aumenten de manera desmedida.  

El vendedor de postres, Luis Chávez, muestra los vasos y pajillas de cartón en los que entrega pasteles y café a sus clientes. (Foto Prensa Libre: Edwin Pitán)

El vendedor de postres, Luis Chávez, muestra los vasos y pajillas de cartón en los que entrega pasteles y café a sus clientes. (Foto Prensa Libre: Edwin Pitán)

El 29 de agosto último, el Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) prohibió el uso de productos de duroport y plásticos no reciclables en todas sus sedes y dio tres meses para que todos los comercios se adapten a la decisión, pero la medida golpeará la economía de los estudiantes, aseguraron comerciantes.


La regulación del plástico ha sido aceptada por la comunidad estudiantil; sin embargo, pese a que los comerciantes autorizados e informales afirman que se acoplarán a la regulación, advierten de que la medida incidirá en el aumento de precios en algunos productos.

El campus central de la Usac, en la zona 12 capitalina, desde hace dos décadas empezó a experimentar cambios, pues en los pasos peatonales se ubicaron negocios de la economía informal. Las autoridades han regulado la situación para mejorar la movilidad y se vieron obligados a crear espacios comerciales formales, porque la población estudiantil demandaba servicios, principalmente de alimentos.

“Si pasamos todo el día en la Usac, sin duda necesitamos un lugar para comprar comida, es normal. En cuanto al cambio de uso de plásticos me parece una medida sana para el cuidado del ambiente, pero insuficiente aún”, expuso Gerardo Olivares, estudiante de Arquitectura.


Mientras Gerardo caminaba por el pasillo hacia su facultad, en el recorrido encontró ventas de granizadas, jugos, emparedados, pizza, tacos, frutas, pasteles, café, refrescos y otros productos. La oferta es alta y se acopla a la demanda de los estudiantes.

En la Usac hay diversidad de negocios que funcionan de forma regulada e informal, las autoridades calculan que en el campus central hay 115 negocios informales y 96 ventas autorizadas.

Los vendedores no se opusieron a la regulación del plástico y duroport, empezaron a buscar proveedores de empaques biodegradables y de cartón.

Son más caros

Franco González, vendedor de granizadas, explicó que busca un proveedor de vasos y bolsas plásticas biodegradables.

“Está bien la medida y estoy buscando un proveedor. Tengo tres meses para hacer el cambio, entrego las granizadas en vasos plásticos, pero hago la advertencia de que eso afectará a los estudiantes, porque los nuevos vasos biodegradables son más caros. En la primera plática me dijeron que los vasos de cartón -otra opción- cuestan Q2 cada uno y esto va a afectar el costo de mis productos”, argumentó González.

En el pasillo que está frente al iglú y que conduce hacia el Centro de Aprendizaje de Lenguas, Celestina López vende frutas y cócteles desde hace 10 años, y está preocupada por la forma en que hará el cambio de sus vasos plásticos desechables.


“No tengo idea de cómo hacer el cambio que piden las autoridades, espero que se acerquen con nosotros y nos muestren el tipo de vasos y cubiertos que quieren que entreguemos con las frutas. Otros vendedores me han dicho que es más caro esos productos -biodegradables-, pero a ver qué pasa, porque entonces mis cócteles tendrían que subir un poco de precio”, expuso López.

Algunos comerciantes empezaron a cambiar los empaques desde antes de que las autoridades de la Usac decidieran restringir el uso de plásticos y duroport.

Hace 12 años, Luis Chávez empezó a vender postres en la sede central de la Usac y en mayo último comenzó a cambiar los vasos plásticos desechables por otros de cartón.

“Vimos que muchos municipios estaban haciendo cambios para evitar más contaminación con el plástico y decidimos cambiar, no lo hemos hecho con todos los empaques, solo con vasos, pero eso nos genera que nuestros productos suban de precio. Mil vasos plásticos pueden costar Q80 y de cartón Q200, hay que invertir más y eso va a influir en el precio de nuestras bebidas y pasteles”, explicó Chávez.

Los comerciantes calculan que algunos productos subirán entre Q1 y Q2. En las próximas semanas los vendedores cotizarán precios para adquirir bolsas, platos y vasos biodegradables u otros materiales no contaminantes.

“Estoy de acuerdo con la nueva prohibición del plástico, incluso vivo en San Miguel Petapa y allí se aplica eso. Respecto al precio de los productos estoy consciente de que habrá aumento, pero no debería de ser en todos los productos, porque si ve, estoy comiendo un pan que se sirve en papel y no usamos plástico, caso contrario los que piden más y les dan un plato de cartón”, comentó Paulo Hernández, estudiante de la Escuela de Ciencias Políticas.

Gabriela Cruz, estudiante de esa misma escuela, señaló que las autoridades deben regular los precios de los productos para que no haya sobrevaloración: “De cierta manera con la medida se está ayudando al medioambiente, pero en cuanto a los precios no creo que afecte bastante, será en algunos productos que usan plásticos como vasos y platos”, dijo.


En diciembre próximo se cumple el plazo para que los comerciantes eviten el uso de los plásticos desechables y productos de duroport.

La Comisión de la Actividad Comercial de la Usac se encargará de supervisar las ventas de manera periódica, para garantizar que el acuerdo se cumpla.

Alternativas

El mercado de productos biodegradables empieza a posicionarse en Guatemala. El supervisor administrativo de la empresa Suministros Comerciales de Centro América, S.A. (Succasa), Víctor Cáceres, explicó que hay materiales amigables con el ambiente, pero no son plenamente conocidos y utilizados.


Entre los productos biodegradables que están en el mercado, Cáceres resalta las bolsas elaboradas con fécula de maíz y su porcentaje es bajo en plástico.

La biodegradación es la descomposición del producto por medio de elementos químicos que lo integran, el proceso ocurre por la acción de elementos como plantas, microorganismos y hongos.

En el caso de la fécula de maíz es el agente que acelera la descomposición y, Cáceres explicó que hay bolsas, tenedores, cucharas y pajillas de ese material.

Las alternativas han surgido en los últimos años y en el mercado se empezó comercializar productos con el aditivo P-Life. Los estudios revelaron que tiene el 96% de biodegradación en un período de dos años, garantizado por el aditivo.

Además, P-Life tiene componentes de aceite de coco y es el agente que ayuda a la biodegradación. Hay productos también que provienen de la caña de azúcar.

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