Lectura recomendada
Hay que ser realistas
García afirma que no somos realistas en absoluto, sino que “somos idealistas” porque somos personas que “nos gusta pensar cómo nos gustaría ser y en relación a eso nos marcamos una serie de objetivos”, que suelen ser inaccesibles porque “los elevamos demasiado”.
“Es bueno fijarse metas y objetivos porque hace que tengamos un camino, un horizonte y un lugar donde llegar, pero hacerlo demasiado inalcanzable puede suponer que enseguida nos cansemos y lo desechemos en un par de meses”, explica el psicólogo.
En enero pasamos por los kioskos y están inundados de publicaciones con “aprenda inglés, coleccione estos coches, adelgace rápidamente”, etc y es porque las empresas saben que nos ponemos objetivos y nos ponen a prueba.
Falta de voluntad
“Hay que diferenciar los objetivos que son más relevantes de los que son más simples porque sí que es verdad que en ocasiones falta capacidad de trabajo frente al objetivo que queremos alcanzar. Comenzamos con mucha fuerza, pero en marzo, por ejemplo, ya no la tenemos”, detalla el experto.
Pone el claro ejemplo de aprender inglés. Explica que se debe tener paciencia e ir paso a paso. Primero se debe saber cuál es el nivel que se tiene y, en segundo lugar, apuntarse a las clases pertinentes. No es cosa de querer y rápidamente poder alcanzarlo.
“Tenemos que saber que vivimos en una sociedad moderna que bebe demasiado de lo inmediato y en ocasiones conseguir cosas nos va a llevar años, meses o incluso décadas porque nada es fácil. Cuesta cambiar el chip y saber que todo lo que queremos, necesita de un esfuerzo por nuestra parte”, sentencia Sergio.
¿La sociedad tiene culpa?
El psicólogo ratifica que la sociedad consumista tiene gran parte de culpa a la hora de ponernos metas y objetivos inmediatos y un poco idealizados porque lanzan mensajes como: “¿No te vas a poner objetivos? o ¿qué quieres alcanzar este año? además también exigen que se hagan de manera rápida y fácil y nos están engañando”, aclara García.
El especialista subraya que “no se puede consolidar una cuestión importante” en tan solo unos meses, sino que tiene se debe seguir una rutina de trabajo diaria” y proponernos “objetivos a largo plazo “.
Fuera excusas
No deberíamos de intentar alcanzar metas lejanas, sino que sean objetivos cortos que se puedan ir cumpliendo poco a poco. “Tiene que ver con conocernos mejor a nosotros mismos y a partir de ahí, hacer objetivos pequeños que se puedan cumplir”, explica Sergio García.
En metas de salud, como por ejemplo dejar de fumar, hay que deshacerse de las excusas e intentarlo “desde el minuto uno, o en cualquier época del año”.
“Cuando lo prorroga días, le da más fuerza de la que tiene al hecho de dejar de fumar porque en esa postergación hay un disfrute. Lo bueno sería dejarlo in situ o acudir a unos profesionales para que orienten sobre lo que se quiere conseguir”, concluye el especialista.
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