Los cuatro primeros han cumplido en este 2019 los 80 años y Gumel los 70, edad a la que se rebajó la jubilación para los miembros elegidos a partir del año 2000.
Desde la asamblea del COI, a la que accedieron de la mano del entonces presidente Juan Antonio Samaranch, los seis han asistido al cambio de rumbo del olimpismo mundial: la admisión de nuevos deportes que van desde el triatlón hasta el surf, la irrupción de la mujer en las esferas de decisión, la permanente amenaza del dopaje y la extensión de la mancha de la corrupción en las instituciones deportivas, incluso dentro del organismo.
Carraro y Dibós han participado en la elección de las sedes de todos los Juegos Olímpicos desde Albertville y Barcelona 1992 a Los Ángeles 2028. Actualmente son los dos segundos miembros más antiguos del COI, solo superados por el canadiense Richard Pound, que entró en el Comité en 1978 y es el decano.
Carraro, que fue presidente tanto del comité olímpico italiano (CONI) como de la Liga italiana de fútbol, perteneció a la Ejecutiva del COI entre 2000 y 2004. Su cargo más importante en el organismo olímpico ha sido la presidencia desde 2002 de la Comisión del Programa, responsable de seleccionar los nuevos deportes que acceden a los Juegos Olímpicos.
Willie Kaltschmitt es miembro de la Ejecutiva olímpica desde 2012. También es delegado de protocolo de Comité.
Aunque la despedida de Dibós y de Kaltschmitt menguará a partir de l 1 de enero la comunidad hispana en el seno del COI, lo cierto es que Latinoamérica ha aumentado considerablemente su presencia en la primera institución deportiva mundial en los últimos años, con cinco incorporaciones desde 2017: el dominicano Luis Mejía, el chileno Neven Ilic, el paraguayo Camilo Pérez, el brasileño Andrew Parsons y la costarricense Laura Chinchilla.
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