El consejo de la OMS es dividir ese tiempo en sesiones de una media hora por día, pero para la mayoría de las personas ese tiempo resulta demasiado e imposible de acomodar en la cargada rutina diaria.
Tomando en cuenta esta realidad, el programa de la BBC “Trust me, I am a doctor” (Confía en mí, soy médico) se planteó la posibilidad de que en lugar de hacer la media hora de ejercicio de manera continua no se dividía ese tiempo en pequeñas sesiones de cinco minutos que se puedan ir realizando a diferentes horas del día.
Algo que en inglés se conoce como “exercising snacking”, que vendría a ser como hacer ejercicio en dosis similares a cuando uno pica alimentos entre las comidas.
La duda que surgió es si al esparcir el ejercicio se logaría el mismo beneficio que todo en un solo bloque.
Azucares y grasas
Para ello se llevó a cabo un experimento con un grupo de voluntarios que hacen mucha menos actividad física que la recomendada y que a la larga corren el riesgo de sufrir problemas de salud.
Cada participante iba a ser sometido a tres días de control en los que se le mediría de manera constante los niveles de azucares y grasas en la sangre.
“Los azucares y las grasas son muy importantes para el cuerpo humano ya que los utilizamos como combustible, pero es sumamente importante que se mantengan en niveles saludables”, explicó el doctor James Brown, profesor de biología y ciencia biomédica de la universidad de Aston y quien además es investigador en áreas como la obesidad y la diabetes.
“Si la primera aumenta mucho hay riesgo de sufrir de diabetes y si es la segunda la que aumenta uno puede sufrir problemas del corazón”, advirtió.
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El doctor Ian Lahart, fisiólogo del ejercicio de la Universidad de Wolverhampton, agregó que lo importante de estar activo físicamente es que con el “ejercicio los músculos consumen azucares y grasas del organismo y eso que se reduzca el riesgo con el paso del tiempo”.
Durante el primer día los voluntarios fueron sometidos a una sesión de 30 minutos de caminata a ritmo rápido, otro día se dividió ese tiempo en seis sesiones de cinco minutos y al tercer día se les pidió que no hicieran nada durante seis horas.
El resultado concluyó que en promedio los participantes redujeron en un 40% el azúcar y la grasa en la sangre durante los días que hicieron ejercicio, haya sido de manera continua o esparcida.
Eso confirma los resultados de otros estudios de mayor magnitud y ofrece una alternativa a aquellas personas que no tienen media hora para hacer ejercicio, pero que cuentan con períodos de cinco minutos.
Cualquiera de las dos maneras de hacer ejercicio se obtendrá los mismos beneficios.