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Chile: cómo será el espectacular “telescopio catedral” en el desierto chileno

En la cima de un cerro en pleno desierto de Atacama funcionará "el mayor ojo hacia el cielo" del planeta.

En Cerro Armazones, unos 130 km al sureste de la ciudad chilena de Antofagasta, se está construyendo el telescopio en tierra con el espejo más grande del mundo.

El Telescopio Extremadamente Grande, Extremely Large Telescope o ELT, tendrá una cúpula “del tamaño de una catedral”, según el Observatorio Europeo Austral, ESO, la mayor agencia intergubernamental de astronomía del mundo.

Las obras comenzaron en 2017 y se espera que finalicen en 2024.

El nuevo telescopio podría “revolucionar nuestra percepción del Universo tanto como lo hizo el telescopio de Galileo hace 400 años”, aseguró ESO.
El ELT tendrá un espejo primario de 39 metros, la mitad de la longitud aproximada de una cancha de fútbol, y será el telescopio óptico e infrarrojo cercano más grande del mundo.

Mega espejo

“Cuando el ELT esté finalizado ningún telescopio en tierra actual o planificado será comparable”, señaló a BBC Mundo Calum Turner, vocero de ESO.


“Por ejemplo, el Telescopio Muy Grande o VLT en Cerro Paranal en Chile, también de ESO, así como los mayores telescopios de Hawái, tienen espejos de cerca de 10 metros”.

“Esto significa que el nuevo telescopio en Cerro Armazones “captará entre 10 y 20 veces más luz que los mayores telescopios ópticos que operan en la actualidad”.

Casi 800 hexágonos

Uno de los grandes desafíos para la ESO ha sido el diseño y construcción del espejo principal de 39 metros.

“Ese espejo está compuesto por 798 segmentos hexagonales, que están siendo fabricados actualmente por la empresa alemana Schott, antes de ser pulidos por la compañía francesa Safran Reosc”, explicó Turner.

Cada uno de los cerca de 800 segmentos mide 1,4 metros de ancho y tiene sólo 50 mm de espesor.


El ELT tiene un gran espejo secundario de 6 metros de diámetro, casi tan grande como los espejos primarios más grandes de telescopios en operación actualmente.

“Para compensar las aberraciones producidas en la imagen por la turbulencia atmosférica, se incorporan a la óptica del telescopio espejos adaptables. Uno de estos espejos reposa sobre más de 6.000 actuadores que pueden distorsionar su forma mil veces por segundo”, explicó ESO en un comunicado.

Los actuadores o activadores en base a sensores aseguran además que todos los segmentos funcionen conjuntamente como un gran espejo, compensando cualquier problema causado por vibraciones, viento o cambios en temperatura.

Cada segmento pesa 245 kg, pero puede ser movido por los actuadores con precisión de un nanómetro (mil millonésima parte de un metro), según ESO.

Infrarrojo cercano

El telescopio capta luz visible y en infrarrojo cercano.

“La forma más simple de explicar la radiación infrarroja es decir que es calor“, afirmó Turner.

“Se trata de radiación electromagnética con una longitud de onda más larga que la luz visible que llega a nuestros ojos”.


“Y el ‘infrarrojo cercano’ es simplemente la porción de luz infrarroja en el espectro más cercana a las longitudes de onda de la luz visible”.

La astronomía usa una variedad de longitudes de onda, porque diferentes longitudes de onda de radiación electromagnética ofrecen a los astrónomos datos diferentes, explicó el vocero de ESO.

“La astronomía en infrarrojo, en particular, permite a los científicos obtener información sobre la composición de planetas y estrellas, y es también vital para detectar luz de fuentes ocultas detrás de nubes de polvo interestelar”.

Exoplanetas

El ELT “abordará los mayores desafíos científicos de nuestro tiempo”, de acuerdo a Turner.

El telescopio buscará planetas extrasolares o exoplanetas, es decir, planetas que orbitan en torno a otras estrellas, que sean similares a la Tierra en “zonas habitables” donde podría existir vida.

Turner señaló que el ELT realizará también “arqueología estelar”, ya que permitirá investigar las primeras etapas de la formación de sistemas planetarios y detectar agua y moléculas orgánicas en discos protoplanetarios alrededor de estrellas en formación.

El telescopio también contribuirá al estudio de la energía oscura, la misteriosa fuerza que sería responsable de la aceleración en la expansión del universo, y de la materia oscura, que no emite ni absorbe luz pero impacta otros cuerpos visibles.

Las galaxias en espiral, por ejemplo, giran más rápido de lo que deberían si la única materia que existiese en ellas fuese la visible.

El tipo de materia que conocemos constituye sólo cerca del 4% del universo, según teorías actuales. El resto es lo que se ha denominado materia oscura (cerca del 26%) y energía oscura (70%).

“¿Estamos solos en el Universo?”, señaló ESO en un comunicado.

“El ELT nos acercará un paso más a la respuesta y esto representa un tremendo avance para la humanidad”.

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