Desde que Estados Unidos traspasó el Canal de Panamá a manos panameñas el 31 de diciembre de 1999, la vía interoceánica por la que transita el 6% del comercio mundial se ha transformado en una gigantesca fuente de riqueza.
BBC NEWS MUNDO
Cuánto gana Panamá con el canal y quiénes se benefician de sus millonarias ganancias
En las últimas dos décadas, el fisco panameño ha recibido más de US$16.800 millones como ganancias del canal. GETTY IMAGES.
Al cierre del año fiscal 2019, circularon por el canal una cifra récord de 450 millones de toneladas de carga. Sus ingresos anuales alcanzaron los US$3.365 millones, el nivel más alto desde su inauguración hace más de un siglo, según informó la Autoridad del Canal de Panamá.
La Constitución del país establece que esta empresa pública debe traspasar a las arcas fiscales sus excedentes económicos luego de cubrir los costos de operación, inversión, funcionamiento, mantenimiento, modernización, ampliación y las reservas necesarias para contingencias, previstas de acuerdo a la ley.
Entonces, ¿cuánto recibió el fisco panameño en el período fiscal de 2019? US$1.786 millones, lo que supone un aporte nada despreciable para el país centroamericano.
De hecho, en las últimas dos décadas el Estado consiguió en total más de US$16.800 millones. No cabe duda de que el canal es un buen negocio, aunque algunos analistas se preguntan por qué no llegan aún más recursos al fisco y por qué no se distribuyen de manera más equitativa entre los panameños.
¿Qué países se benefician del canal?
Construido por Estados Unidos entre 1903 y 1914 y traspasado a Panamá hace 20 años, el canal conecta más de 140 rutas marítimas y 1.700 puertos en 160 países.
Las grandes empresas navieras lo utilizan para transportar su carga de manera más rápida, recortando la distancia entre los océanos Atlántico y Pacífico.
De hecho, entre sus clientes se encuentran las mayores firmas de transporte de carga del mundo como la Compañía Sud Americana de Vapores, CMA CGM, China Ocean Shipping, American President Line, Hamburg-Sud o Maersk, entre una larga lista de conglomerados comerciales.
Todos pagan miles de dólares para que sus gigantescos portacontenedores utilicen el paso marítimo, por el cual también navegan buques con gas natural licuado (GNL), un producto que Estados Unidos envía regularmente a los mercados asiáticos.
Además de Panamá, “los países que más se han beneficiado con el canal son Estados Unidos y China“, le dice a BBC Mundo Marco Fernández, economista de la consultora GlobalSource Partners.
“El Canal de Panamá es una conexión en la cadena logística internacional y un medio de transporte relativamente barato” en comparación a lo que sería el costo de usar otras rutas marítimas.
Así, según Fernández, la estrategia comercial del canal ha sido “obtener el mayor superávit financiero posible para pagar sus costos directos, crear las reservas necesarias y transferir las ganancias al gobierno central”.
¿Cómo se maneja el negocio?
“La empresa privada no invierte en el Canal de Panamá”, le dice a BBC Mundo la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el ente fiscal que lo administra, a través de un correo electrónico.
Desde que se creó el marco legal en 1997 y “debido a su importancia y naturaleza, la ACP goza de autonomía financiera, patrimonio propio y derecho de administrarlo”.
En ese sentido, opera como una empresa autónoma del Estado.
Y dependiendo de las circunstancias, explica la nota, “se pueden contratar servicios para proyectos, como fue el caso de la ampliación del canal, por ejemplo”, que incorporó un tercer juego de esclusas para permitir más tráfico marítimo y que estuvo a cargo de un consorcio liderado por la empresa español Sacyr.
“El Singapur de Latinoamérica”
Michael Conniff, profesor de la Universidad Estatal de San José (California) y coautor del libro Modern Panama: From Occupation to Crossroads of the Americas (“Panamá Moderno: de territorio ocupado a centro de las Américas”) publicado este año, ha estudiado por años el tema.
Desde que se hizo el traspaso del canal hace dos décadas, “el gobierno de Panamá y las empresas cuyas actividades han estado vinculadas al canal se han beneficiado”, dice Conniff en conversación con BBC Mundo.
“Los panameños han usado el canal para generar más negocios que han empujado el desarrollo del país”.
En ese sentido, explica, “no es un país que solo mueve embarcaciones de un océano a otro”, ya que se ha transformado en sede de corporaciones internacionales y ha potenciado negocios como el transporte, la manufactura, servicios o el sector bancario.
“Por eso los panameños le dicen el Singapur de Latinoamérica”, apunta.
El repunte tras el traspaso
Gene Bigler, coautor del libro, explica que en los años 90, cuando el canal estaba en manos de Estados Unidos, pasaban por él apenas 200 contenedores al año. En la actualidad, son cerca de 13 millones.
“Estados Unidos no lo había modernizado, no había invertido en el canal”.
“Ahora es un centro logístico internacional”, apunta, y agrega que “el traspaso del control de canal a Panamá ha beneficiado a la economía global”.
Según Noel Maurer, coautor de The Big Ditch (“La gran zanja”) sobre la historia política y económica del Canal de Panamá, esta realidad tiene dos caras.
“Las ganancias directas se destinaron a las arcas panameñas, que a pesar de la continua corrupción, financiaron una mejora impresionante en la infraestructura del país”, le dice a BBC Mundo Maurer, profesor de la Universidad George Washington.
“El problema es que no hubo mejoras equivalentes en el sistema educativo o en las zonas rurales“, subraya.
Y ese es uno de los grandes desafíos de Panamá.
La deuda social panameña
Carlos Garcimartín, economista líder de la representación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Panamá y uno de los autores del reciente estudio “BIDeconomics Panamá”, confirma a BBC Mundo cómo, a pesar de los avances, existen sectores de la población del país que han quedado en desventaja.
Aunque Panamá registró en los últimos 15 años una de las tasas de crecimiento más altas del mundo y se convirtió junto a Chile en el país de mayor ingreso per cápita de América Latina, “este éxito económico no se ha traducido en las mejoras sociales que cabría esperar”, asegura.
De hecho, la desigualdad es el talón de Aquiles del país.
“Panamá continúa siendo uno de los países más desiguales de América Latina y del mundo”, dice Garcimartín.
El tema es preocupante dado que, desde el año 2005, el Índice de Gini (la medida internacional que se utiliza para medir la desigualdad de ingresos) ha disminuido muy poco en Panamá en relación a su crecimiento económico.
“Por cada punto de crecimiento económico, la desigualdad se reduce a un ritmo dos veces y medio inferior comparado con el resto de América Latina”, apunta el economista.
Y entre toda la población, son las comunidades indígenaslas que menos han visto los beneficios económicos del país, concentrados en las élites.
No es casual entonces que Panamá, considerada la “estrella del crecimiento latinoamericano”, tenga un nivel de pobreza que supera el 22%, según datos del Banco Mundial.
Sin embargo, en algunas comunidades indígenas, la pobreza es hasta cuatro veces superior al promedio general del país.
El desafío del canal
Un análisis similar hace Michael Conniff sobre los desafíos que tiene el canal para contribuir al bienestar del país.
“Hay un desafío que es más político: los beneficios económicos del canalno han llegado a los sectores más pobres“, afirma.
Esto se debe, dice el investigador estadounidense, a una pobre distribución de los ingresos y a la labor poco eficiente de los distintos gobiernos al respecto.
“Llegará un día en que los panameños se rebelen contra la manera en que los gobiernos manejan el canal“, pronostica.
De momento, lo que está claro es que la mina de oro que supone el Canal de Panamá sigue generando millonarias ganancias. Y las proyecciones apuntan a que la demanda comercial seguirá creciendo.