“¡Feliz, feliz, estoy feliz! ¡Al fin!”, alcanzó a gritar Gina Paola Montes, de 21 años, mientras corría por el paso peatonal del puente fronterizo ya en territorio mexicano, el cual es custodiado por policías antimotines.
Montes es parte del primer grupo de migrantes al que se le permitió cruzar la puerta fronteriza.
Entre la emoción y el cansancio, una de las mujeres se desmayó provocando la preocupación y el llanto de los familiares que viajan con ella.
“Salí de una pesadilla”, agregó Montes refiriéndose al improvisado campamento que habían instalado sobre el puente a la espera de cruzar la frontera hacia México.
Nuevo desafío
Pero una vez dentro de territorio mexicano, la incertidumbre se renueva. Eva Hernández, una activista hondureña de 42 años, dice que la promesa es que recibirán permiso de refugiados y un lugar seguro donde quedarse.
“Más vale que encontremos ese albergue hoy”, advirtió la mujer desde los barrotes de la reja fronteriza.
La oficina migratoria se ubica a unos 200 metros del puente internacional.
“Nos tienen con una doble esperanza: de darnos un permiso para poder movernos en Tapachula o de deportarnos; ahí solo Dios sabe, entonces tenemos esperanza y desilusión al mismo tiempo”, dice Montes dejando atrás su entusiasmo inicial.
Piden garantizar derechos
Por su parte la Procuradoría de Derechos Humanos solicitó a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) enviar agua pues hay reportes de niños con deshidratación y varias mujeres que sufrieron desmayos tuvieron que ser atendidas por personal mexicano.
#CaravanaHondureña | Varias mujeres sufren desmayos por deshitratación y problemas de salud. Son siete en total, fueron trasladadas un hospital. pic.twitter.com/aRndioAe4x
— Mynor Toc 🇬🇹 (@mynortoc_pl) October 20, 2018
Resistiendo sobre el puente
Los migrantes que permanecen sobre el puente, detrás del portón fronterizo, aún padecen calor y hambre que atizan su desesperación.
Más temprano, corrieron rumores de que un grupo intentaría entrar por la fuerza a la zona mexicana, repitiendo el episodio del viernes, cuando la policía contuvo con gases lacrimógenos y balas de goma una estampida de personas procedentes de la frontera con Guatemala.
“Mejor regresarse”
Ante la incertidumbre, algunas decenas de centroamericanos que estaban en la zona céntrica de la localidad guatemalteca de Tecún Umán optaron por regresar a su país en autobuses proporcionados por el gobierno.
El viernes, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, calificó el incidente en su frontera como “una situación inédita” y advirtió que su país no permitirá el ingreso a su territorio de manera irregular y “mucho menos de forma violenta”.
CONFERENCIA DE PRENSA DESDE GUATEMALA: RETORNO SEGURO DE HONDUREÑOS. https://t.co/Q4bIGqnGDg
— Juan Orlando H. (@JuanOrlandoH) October 20, 2018
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